éstas son las verdaderas nuevas. El comendador mayor se partirá de aquí á seis dias sin faltu á Cartagena. Acá dicen que se muda la Córte de aquí; el cómo, ni el dónde, ni cuándo, no hay nueva cierta, ansí lo comunicamos al señor secretario, é yo que vuestra merced no se debe mudar hasta ser avisado si es verdad la mudanza ó la estada; estoy bien en esto por su descanso, y porque trabaje por lograr lo que desea con la salud que yo deseo y querría. El Cardenal de Santiago murió en Ronia; dicen que le ayudaron á bien morir, á lo menos al presto. D. Luis de la Cueva murió en Milan, capitan que era de la guarda de la Magestad; dicen que el Sr. D. Luis Dávila pidió la guarda, y que la Magestad le dijo: cómo, ¿mas quereis ser capitan que de mi Cámara? Dicen que la quiere para su hermano el Marqués de Sabirsia (1).

En Zaragoza mataron á un D. Juan Dufras que tenia un cuento de renta, viniendo del campo, seis de caballo con máscaras, y llevaban un vaso de veneno, dijéronle: ¿Cuál quereis más, beber esto con que habeis de morir de aquí á tres dias, ó morir á lanzadas? Escogió tomar el vaso bebido; para que obrase lo hicieron pasear dos horas. Al fin llegado á su casa, se confesó y murió dentro del término; no quiso decir quiénes eran, es verdad que murió, otros dicen que domésticos se lo dieron, y fingen esta parábola. Porque estoy de camino á Odon, tres leguas de aquí á dó está la Princesa, no digo más, de rogar á Nuestro Señor vea yo presto á vuestra merced, y téngalo en servir como meresce. Siempre haré esto á dó estuviere, y tendré mis memoriales á punto para cuando viniere vuestra merced. La merced de mis libros acepte, y han de estar ciertos como yo lo estaré al servicio de vuestra merced. En Madrid 23 de Octubre de 41 años-No hay que hacer saber á vuestra merced de que ut supra de mi hermano he habido cartas, son de 4 de Setiembre, de Mecina, estando esperando el tiempo. No me dice nuevas de más, que será para dó Sa Magestad mandare. El número del armada dicen que son ciento y cincuenta galeras y trescientas naves; sabido, yo lo escribiré más largo, en tan

(1) (Al márgen).—En el original no se puede entender este título, y en la copia moderna de la original lo omite por lo mismo.

to que mueren los puercos, y goce vuestra merced de los menudillos por se vengar de lo que espera.-Besa las manos de vuestra merced su servidor, Diego de Hermosilla.-Al señor, mi señor Florian de Ocampo (1).

(1) (Al márgen).—Hållase original de muy mala letra, y otra copia de letra más moderna al fólio del Códice de Misceláneas ij. v. 4. de la Biblioteca alta del Escorial, donde se confrontó en 19 de Noviembre de 1791.-Martin Fernandez de Navarrete.-Con rúbrica.

VENTAJAS

DE

FORTIFICAR Á ÓRAN

(Biblioteca del Conde del Aguila).

SOBRE LAS VENTAJAS QUE RESULTABAN Á SU MAGESTAD

DE FORTIFICARSE LA PLAZA DE ORAN,

PARA LA CONSERVACION DE MAZALQUIVIR Y SU PUERTO,
PROPONIENDO VARIOS MEDIOS PARA EL EFECTO.
AÑO DE 1576.

Lo que el señor aposentador Juan Muñoz ha de decir á los señores del Consejo de Estado y Guerra de parte del D. Sancho de Leiva, es lo siguiente:

Que ha entendido que se trata de fortificar á Oran ó desmantelarle, y aunque conoce que él no se debe entrometer en esto, pues no se lo piden ni le toca, ni tiene tanta suficiencia que se deba atrever á hacer más de dejarlo en las manos del Consejo que tanta tiene, todavia el amor que al servicio de Su Magestad tiene y su particular satisfaccion, le han movido à que por via de recuerdo diga lo que entiende, y es.

Que él tiene este negocio de Oran por de tan gran importancia, que merece que se mire mucho en él, y con mucho consejo se determine lo que se hubiere de hacer disputando el pró y contra, y aun muchas veces, el cual noto pueden acabar de entender los que no lo han visto, sino es oyendo y preguntando á los que lo han visto y tienen plática dello, y por haberlo él visto y tratado algunas veces, se toma esta licencia para decir lo que de ello entiende.

En toda la costa de Berbería no hay más puertos capaces de una armada tan grande como la del Turco y que pueda invernar en ellos de Puerto Farina y Mazalquivir, tambien la Laguna de Melilla, pero en ella hay dificultosa entrada, y no pueden entrar ni estar sino navios de remo. Puerto Farina está atrás mano de