Imágenes de página
PDF
ePub
[graphic]

era intransitable en invierno. Pero este consejo del Inca fué desoído, “teniéndolo antes por sospechoso, que por fiel',

'. Consta, por el testimonio de este cronista, que los indios recibieron muy bien a Almagro gracias a la intercesión de Paullu, y que en Copayucu, Almagro y el Villac-umu hicieron un parlamento a los indios, narrándoles lo ocurrido en el Perú y elogiando a los españoles, con lo cual consiguieron 200,000 ducados que después Paullu logró aumentar a 300,000, pertenecientes al tributo del Inca y que fueron entregados al Adelantado. En Garcilaso se relata que, con ayuda de Paullu, Almagro trató de conquistar los valles de Chile, para lo cual Paullu sacó gente de los presidios y guarniciones que en el reino habían y mandó recoger bastimentos. Con esta ayuda, dice el citado historiador, Almagro fué a las provincias de Purumauca, Antalli, Pincu, Cauqui y otras comarcanas hasta el Arauco, sosteniendo reñidas batallas que ganaban “con la buena ayuda, y servicio, que Paullu y sus indios le hacían”. Mendiburu (50) rechaza esta aseveración de Garcilaso, negando que Almagro fuera hasta el Arauco. En efecto, en la mayoría de los cronistas no se citan las reñidas batallas y conquistas del Adelantado que describe Garcilaso.

Decidido —después de la llegada de Rada y de Diaz- el regreso, Almagro, según Garcilaso, pidió esta vez a Paullu parecer sobre el camino que debían seguir “viendo la fidelidad y el amor, que Paullo Inca le tenía”, y éste le propuso el de la costa, ofreciendo enviar indios que fueran limpiando los pozos de agua según hacían los Incas sus antepasados, aconsejando que la gente fuera en cuadrillas; y como las fuentes estaban lejos unas de otras, dispuso odres para llevar el agua. Aceptado el plan de Paullu, éste "muy ufano de que el gobernador, y sus españoles fiasen dél la salud, y vida de todos ellos, envió, a toda diligencia, indios que avisasen de lo que fuesen ha

[ocr errors]

(50) Mendiburu, Diccionario histórico y Biográfico. 2a. edición public. por Evaristo San Cristóval. Lima 1931—Tomo I Leer el artículo sobre Almagro, pág. 263.

ciendo”: Dió orden también de que desollasen ovejas para odres y se juntara el bastimento, iniciándose el regreso. Cuenta también Garcilaso el levantamiento de Manco Inca, y cómo éste envió mensajeros a Chile para que en público averi. guasen por la salud de Paullu y en secreto ordenasen, tanto a él como al Villac-umu, el degüello de los españoles. Estos mensajeros llegaron a Chile antes que saliera Almagro del reino, pero Paullu y, el Villac-umu —quienes, según Garcilaso habían perdido diez mil indios en la jornada–, acordaron esperar otra ocasión, visto que en secreto no podían “porque andaban recatados". En Tacama acordaron que el Víllac-umu huyese y Paullu se quedase para lo que se ofreciera “aunque sea servir de espía". Garcilaso agrega que Almagro, aunque receloso, no se fortificó en sus sospechas, porque Paullu mostraba muy buena voluntad en servirle.

Herrera (51) cuenta que Almagro "pidió al Inga, que de su mano le diese dos señores para que fuesen con él i se encaminasen adelante, allanando la tierra, i apercibiéndola para que el exército hallase buen recado: el Inga le dió a su hermano Paullo Topa, y al gran Sacerdote vilehoma cuia presencia fue mui importante para que la Tierra estuviese con quietud”. Herrera agrega una interpretación antojadiza del móvil de Manco al mandar a Paullu, que no se concilia con la adhesión que el Villac-umu guardaba a su soberano ni con los tratos vigentes entre ellos. Dice Herrera : “entendióse, que el Inga quiso apartar de sí al hermano, porque no quería tener quien le diese sospechas en el Imperio, i a vilehoma, porque le tenía por poderoso, por medio de la religión, i por inquieto”. Herrera anota—y muchos relatos consignan lo mismo— que Paullu y el Villac-umu fueron delante por orden de Almagro con tres castellanos y dos que se agregaron, caminando hasta

(51) Antonio de Herrera, ob. cit., Década Quinta (en Madrid por Francisco Martínez Abad, 1728), Libro Séptimo, Capítulo IX, pág. 170. -Libro Décimo, Cap. I. pag. 225 y sgtes.—Libro VIII, Cap. I, pág. 183 .y sgtes.

[graphic]
[ocr errors]
[ocr errors]

doscientas leguas y que Almagro de Paria llegó a Tupiza, donde lo esperaban Paullu y el Villac-umu, recibiendo allí avisos del Cusco para que regresara. Más adelante dice Herrera que antes de la llegada de Almagro, los castellanos se internaron a Jujuy "creiendo que havían de hallar el acogimiento, que por respeto de Paullo, hasta entonces, se les había hecho”, hallando la muerte a manos de los indios. Según Herrera, en Tupiza recibió Almagro noventa mil pesos de oro fino, de lo que “holgó mucho con el Inca Paullo" y en ese lugar huyó el Villac-umu. Echándolo de menos, Almagro interpeló a Paullu que como no le havía avisado de lo que intentaba”, a lo cual éste repuso "que nunca tal entendió”. Herrera -gran partidario de Paullu—agrega que esto “bien se pudo creer, porque este Inga era mui moço, i bien inclinado; i con todo eso, porque no se le antojase otro día de hacer lo mismo, el adelantado le encargó a Martín Cote, soldado vizcaíno, persona honrada, para que mirase por él i fuese tratado con mucho respeto". Pero en el mismo Herrera hallamos una comprobación del concierto entre Paullu y Manco, aunque no explícita, porque, repetimos, Herrera pertenece a los cronistas partidarios de Paullu. Dice Herrera (Década V, Libro VIII, Cap. I, pág. 183) que Villac-umu había dejado concertada con Manco su huída, y no anota lo mismo respecto de Paullu; pero en la misma Década, más adelante, relata que Manco, en el Cusco, hizo un parlamento a los indios y que en él les dijo “que de los que iban a Chile no hiciesen caso porque Paullo, i vilehoma iban encargados de mover contra ellos toda la tierra i hacer lo mismo que allí se pretendía".

La Declaración de los quipocamayos a Vaca de Castro (52) es un testimonio sumamente parcial en favor de Paullu, como anotaron sus primeros publicadores, y tendremos ocasión de examinar a nuestra vez. Dice este discurso que entre los go

[ocr errors]

(52) Declaración de los quipocamayos, ob. cit., pág. 35: “El adelantado don Diego de Almagro, a los veintidos meses después de haber ido a Chile, volvió con todo su campo y Paullo Topa Inga con ól!'.

bernadores acordaron que el Adelantado fuese a Chile "llevando consigo a Paullo Topa Inca para más seguridad de la tierra; ansí fue con el adelantado asegurando la tierra mui en favor de los cristianos hasta llegar al reino de Chile, ansí a la ida como a la vuelta”. Dice además esta Declaración que otros Incas que fueron con el Adelantado—entre ellos Villac-umu y Apolarico—, huyeron a juntarse con Manco, y que en cambio Paullu volvió con Almagro al Cuzco, especificando que "mediante ir Paullo Topa Inga con los cristianos asegurando la tierra por donde iban, estaban de paz y le servían con los mantenimientos y servicios personales y de las demás cosas necesarias, e no hubo indio que alzase los ojos contra los cristianos, estando ella alzada y revuelta y grande inquietud en todo el reino”.

En la Relación del sitio del Cuzco (53) no se relata la expedición a Chile, pero se contienen algunos datos con ella relacionados que son sintomática revelación de que Paullu estuvo en el concierto con Manco. En efecto, se dice que cuando Manco estaba aún en poder de los Pizarro, llegó al Cuzco la noticia de que el Víllac-umu estaba alzado en el Collao y que había vuelto huído de Chile, capitaneando a los indios. Hernando Pizarro preguntó al Inca Manco si esta versión era cierta, y el Inca, que planeaba su huída, negó el hecho, declarando que el Villac-umu había fugado por los malos tratamientos de los españoles que "le querían llevar en una cadena, como llevaban a Paulo que es hermano del mismo Inga”: Según esta Relación, se hizo público también en el Cuzco que Paullu había huído y que estaba escondido en la ciudad imperial. Los vecinos se alborotaron con la noticia y requirieron a Hernando Pizarro para que prendiese a Manco "porque sin duda ninguna tenía a su hermano escondido, que si era así,

(53) Relación del Sitio del Cusco, y principio de las guerras civiles del Perú hasta la muerte de Diego de Almagro (1535-1539).—Col, de Libros y Documentos referentes a la Historia del Perú, public. UrteagaTomo X (2a. serie).–Lima, 1934.-págs. 6 y 7.

[graphic]

.

era muy claro indicio de se querer alzar". El Inca protestó de la imputación alegando que "si Paulo fuera venido, no había causa ninguna para escondelle" y aplacó momentáneamente, con promesas de oro, la suspicacia de Pizarro. Según la Relación, después de este hecho el Villac-umu se entrevistó con Manco, concertando la huida del Inca.

La noticia sobre que en el Cuzco corrían voces asegurando la huída de Paullu, figura también en la Acusación contra don Francisco Pizarro a Su Majestad por don Diego de Almagro (hijo) en los siguientes términos "Lo otro digo, que la cautela quel dicho Fernando Pizarro tubo para fundar la dicha prisión del dicho Inga, fué decir e levantar que tenía escondido a Paulo su hermano, estando el dicho Paulo con el dicho mi padre, sirviendo a Su Magestad sietecientas leguas del Cuzco" (54). De los testimonios anteriores se desprende que Manco estaba en concierto con Paullu y creía en su fuga; la cual no negaba, aunque disimulaba momentáneamente, y

[ocr errors]

(54) Acusación contra don Francisco Pizarro a Su Majestad, por don Diego de Almagro hijo (Archivo de Indias. Patronato). Col. de Documentos Inéditos relativos al Descubrimiento, Conquista y organización de las antiguas posesiones españolas de América y Oceanía, sacados en su mayor parte del Real Archivo de Indias.—Tomo XX.—Madrid, 1873. pág. 387.

Colección de Documentos Inéditos para la Historia de Chile desde el viaje de Magallanes hasta la batalla de Maipo (1518-1818), Col y Pub. por J. T. Medina. Tomo V. Ver: “Causa criminal seguida y sustanciada en el consejo por comisión de su Mag. entre Diego de Almagro, Diego de Alvarado u otros conquistadores del reino del Perú, contra Francisco, Hernando y Gonzalo Pizarro y otros, sobre la muerte de Diego de Almagro, adelantado"); confesión de Hernando Pizarro, pág. 411: dijo que un día algunas personas que querían mal al dicho Inga, le levantaron que tenía encerrado en su casa a Paulo, su hermano, ques el que agora hicieron Inga, que estaba con don Diego de Almagro, y alborotado el pueblo, Juan Pizarro, su hermano, contra el dicho Inga le vinieron a avisar a su posada a este confesante de lo que pasaba, y como el dicho Inga estaba aflijido, y este confesante se fué a la posada del dicho Inga y le preguntó si era verdad que estaba allí su hermano, el cual dijo que no...... que ese indio (Paullu) está con don Diego de Almagro trescientas o cuatrocientas leguas de aquí''.

« AnteriorContinuar »