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que en el Cuzco se susurraba la huída de Paullu porque evidentemente era hecho conocido entre los indios que debía escapar con el Sumo Sacerdote.

Sahuaraura (55), relatando la sublevación de Manco, dice que el Inca envió mensajeros disimulados al reino de Chile para que en público averiguaran de la salud de Paullu y en “secreto les avisasen la determinación del Inca; y que ellos ayudasen por su parte y degollasen a Diego de Almagro, y a todos los suyos, porque así convenía, para la restitución del Imperio". Sahuaraura, que, como vemos, sigue a Garcilaso, no da mayores detalles, pero es apreciable su testimonio, siendo como fué descendiente de Paullu, para comprobar también que éste estaba en el concierto con Manco.

En la Relación de Melchor Carlos (56), simplemente se consignan los servicios de Paullu a los españoles, desde que este Memorial tenía por objeto conseguir mercedes reales. Dice así que Paullu fué a Chile con Almagro “amonestando y persuadiendo a los que había en el camino a que se redujesen como lo hicieron muchos de ellos, al servicio de su Majestad; e haciendo lo mismo con los de Chile” y agrega que Paullu regresó con el Adelantado al Cuzco.

Ella Dunbar Temple.

(Continuará)

(55) Sahuaraura, ob. cit., pág. 24.

(56) Relación de Melchor Carlos Inga. Verla en la obra citada de Cúneo Vidal, pág. 158.

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Dos documentos inéditos peruanos

Durante sus largas y prolijas investigaciones en los chivos Nacional, conventuales, municipales y notariales, el erudito y nunca bien apreciado peruanófilo Bertram T. Lee tomó copia de numerosos e interesantes documentos sobre la historia del Perú, que, inéditos y olvidados, se guardan en dichos archivos. La viuda del malogrado bibliógrafo señora Diana Arrigoni, ha tenido la gentileza de poner a nuestra disposición algunas de esas copias para su publicación en esta REVISTA, y aprovechando de tan generoso ofrecimiento, insertamos a continuación dos de esos documentos, hasta ahora inéditos, pero igualmente valiosos e interesantes ambos. Es el uno el Parecer y arbitrio del Dr. Francisco Dávila beneficiado de Huánuco y visitador de la idolatría para el remedio della en los Yndios deste Arzobispado. La literatura antisupersticiosa del Dr. Dávila es muy abundante, así la impresa como la manuscrita, y ya en otras páginas de esta REVISTA hemos dado cabida a una copiosa bibliografía de aquel eclesiástico debida a la pluma del erudito historiógrafo José Toribio Polo, lo que nos exime de ocuparnos del famoso perseguidor de idolatrías en esta oportunidad. El documento abajo inserto se halla en el archivo del convento de Santo Domingo, de donde Lee tomó copia.

El otro documento es el acta de exhumación de los restos del Conquistador Pizarro efectuada el 21 de Enero de 1544; esto es, poco más de dos años y medio después de que la asonada de Juan de Rada cortó el hilo de la vida del Marqués el domingo 26 de Junio de 1541. Este documento es muy valioso y su publicación viene a arrojar completa luz sobre la autenticidad de los restos del fundador de Lima, confirmando lo sostenido con abundancia de pruebas por José Toribio Polo, Monseñor Carlos García Irigoyen y Rómulo Cuneo Vidal. Compárese las declaraciones de Juan de Barbarán y demás testigos en el acta de exhumación y reinhumanación de los restos del Marqués con el informe de la Comisión encargada del estudio de los que se hallaban depositados en la cripta de la Catedral y se observarán notables diferencias. El acta de 1544 demuestra que se trataba de los restos de un soldado, pues conservaban los arreros militares con que fué sepultado el cadáver; el informe de la Comisión no revela nada de eso, sino más bien restos de tela de un traje eclesiástico, digamos, por ejemplo, del ilustrísimo arzobispo de Lima D. Gonzalo de Ocampo. Y no hay tradición de que Pizarro antes de morir hubiera abrazado la carrera eclesiástica, como Ignacio de Loyola, el Inca Garcilaso otros tantos.

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En la cibdad de los Reyes de la nueva Castilla prouincia del pirú lunes veynte y un días del mes de henero año del nascimiento de nuestro saluador Jesu Xpo. de mill quynientos e quarenta y quatro años estando en el sitio que los años pasados de myll e quinientos e quarenta y dos años y quarenta y tres años solía ser yglesia mayor desta dicha çibdad estando sobre una sepultura donde diz que está sepultado el yllustre señor el marqués don françisco piçarro gouernador destas prouincias estando y presente francisco de anpuero vezino y Regidor desta dicha cibdad y por ante my Johan franco escriuano de sus magestades público y del Consejo desta dicha cibdad y de los testigos de yuso escritos el dicho fran

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cisco de anpuero en nonbre y en boz de los menores hijos del dicho señor marqués y por virtud del poder que dellos tiene que le sostituyó el señor gonçalo piçarro su tío tutor de los dichos menores proveydo por oficio de Juez conpetente de que yo el dicho escriuano doy fee y rrazón por palabra e dixo que por quanto la parcialidad de don diego dalmagro mataron sobre acechança al dicho señor marqués y en aquella sazón con escándalos que hovo sobre la dicha muerte se traxo al lugar suso dicho donde fue sepultado en depósito para lo pasar y mudar de la dicha sepultura a la sepultura que el dicho señor marqués en su testamento y última voluntad está declarado y agora está hecha otra yglesia en el entretanto que se haze la principal que esta cibdad a de hazer e edificar e conbiene para que él efetúe la voluntad y testamento del dicho señor marqués que se saquen sus huesos e se pongan en una caxa para que enella se depositen en la sepultura que agora se le diere e que para probar e averiguar el lugar do se sepultó e como los huesos que allí se hallaren son los del dicho señor marqués pidió a my el dicho escriuano le dé por testimonio como se abre la dicha sepultura e como enella están los dichos huesos e por la declaración que arán los testigos constará y parecerá ser los del dicho señor marqués e como se sacan de la dicha sepultura y se ponen en la dicha caxa e como la dicha casa con los dichos huesos y con este testimonio se sepulta en la dicha yglesia que agora ay en la capilla mayor della en depósito en el entretanto que se edifica y haze la yglesia principal como dicho es / todo lo qual me pidió por testimonio / e luego se hallaron presentes Juan de barbarán y baltasar de torregrosa vezinos desta dicha cibdad los quales hicieron la cruz por los dedos de sus manos y Juraron y prometieron en forma de derecho de dezir verdad de lo que en el caso sepan y les fuere preguntado e dixeron lo siguiente: el dicho Juan de barbarán aviendo Jurado y estando presente al abrir de la dicha sepultura pareció que se descubrió un Cuerpo de un difunto consumyda la Carne que tenía vestido un almilla de grana e pareçían ciertos pedaços destamena blanca e tenía unas espuelas de açiCate e por encima del om

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bro tenía un Correón donde se ponen las espadas algunos caualleros e despuesto sobre el pecho un bracamarte con una bayna de terciopelo y una Contera que parece de oro / e bisto e descubierto el dicho Juan de barbarán dixo que él tiene por cierto ser el dicho señor marqués que allí se sepultó difunto porque este testigo le puso el dicho correón e el dicho bracamarte e le calçó una espuela de aquellas e la otra calcó martín piçarro vezino desta dicha çibdad que le ayudó a enterrar e la dicha almilla de grana vido que le sepultó con ella y encima se le puso el ávito blanco de señor santiago destamena e que los pedaços que parecen le parece a este terçiopelo y tiene por cierto ser del dicho señor marqués e que enello no hay duda ninguna por que el lugar de la dicha sepultura es el mismo y tiene lo que dicho es con que le sepultó y que ésta es la verdad y lo que sabe desto fecho por el Juramento que hizo e firmólo de su nombre – (sin firma). el dicho baltasar de torregrosa testigo suso dicho aviendo visto la dicha sepultura y presente a verla abrir e visto el dicho cuerpo difunto consumido de la manera que está dicho y declarado dixo que le pareçe e tiene por muy gran verdad ser el cuerpo del dicho señor marqués porque lo bido enterrar y bido Calçarle las dichas espuelas que tiene puestas e vido que el dicho Juan de barbarán le çiñó e puso el dicho bracamarte que tiene puesto e la Reconoçe ser ella misma e así mismo sabe e vido que en el mismo lugar do está sepultado se sepultó e no ay duda sino que son sus huesos y que así parece como está dicho e que esta es la verdad e lo que sabe deste fecho para el Juramento que hizo e firmólo de su nombre — (sin firma). e luego el dicho francisco de anpuero estando presente francisco dávila chantre de la yglesia mayor desta dicha çibdad mandó sacar el dicho cuerpo de la dicha sepultura e lo pusieron francisco hurtado e domingo de destre en una casa de madera cubierta con un paño negro y encima della una cruz colorada señal del ávito del señor santiago enbuelto el dicho cuerpo en una sábana e encima della otra cruz chica del ávito del señor santiago y se allaron presentes a lo ver poner en

cuerpo el

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