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ciar en lo que valían los conocimientos de Wiesse en materia internacional y jurídica, los que quedaron evidenciados al publicarse tal defensa, que después el doctor Wiesse amplió con una serie de notas y la vertió al francés.

En el campo internacional fue fructífera la labor del doctor Wiesse. En 1888 fue llamado al desempeño de la Oficialía Mayor de Relaciones Exteriores, cargo de responsabilidad y de confianza, en el que permaneció hasta 1894. En 1898 publicó en Lausana un opúsculo titulado Apuntaciones sobre el plebiscito, y en 1906 una obra por demás interesante a la que llamó: Recopilación de las leyes, decretos y reglamentos expedidos en los tiempos modernos para la votación de los plebiscitos de derecho público. Las apreciaciones contenidas en este libro dieron ocasión a una ruidosa polémica que el doctor Wiesse, los años 1906 y 1907, mantuvo en La Opinión Nacional de Lima, con el diplomático chileno Luis Orrego Luco, quien desde las columnas de El Ferrecorril de Santiago, pretendía aunque sin conseguirlo, rebatir los conceptos del doctor Wiesse, a propósito de la cláusula III del Tratado de Ancón. También publicó el doctor Wiesse Reglas de Derecho Internacional aplicables a las guerras civiles, que prologó Pedro Paz Soldán y Unanue (Juan de Arona) y Quienes deben votar en los plebiscitos internacionales, publicaciones ambas que fueron muy útiles y convenientes para la época en que aparecieron. Su competencia reconocida en el escenario internacional, y sobre todo, en la cuestión con Chile, que el doctor Wiesse estudiara a fondo, movieron al Gobierno de 1892 a acreditarlo como agente confidencial ante el gobierno de la Moneda.

En 7 de diciembre de 1886, el Canciller del Perú, doctor Cesáreo Chacaltana por resolución suprema de aquella fecha, comisionó al doctor Ricardo Aranda para que llevase a cabo la publicación de los Tratados, Convenciones y Protocolos celebrados por el Perú. En el primer tomo de esta valiosa Colección, aparecido en 1890, el doctor Wiesse suscribió un magnífico Prólogo, explicando el sentido, la utilidad y alcances de dicha obra.

Siguiendo siempre de cerca las mutaciones del Derecho Internacional en ambos hemisferios, y preocupándole antes que nada los diferendos internacionales que el Perú mantenía con Brasil, Colombia, Ecuador y Chile, el doctor Wiesse auscultó con certera visión estos delicados problemas, abordándolos en conferencias y artículos de prensa. Fruto de sus elucubraciones en este orden fueron su Exposición verídica sobre el problema limítrofe con el Brasil publicado en 1904, y la conferencia que sustentara el 21 de enero de 1905 en la Sociedad Geográfica y que versó sobre las negociaciones del Perú con Chile respecto de Tacna y Arica desde 1888 hasta fines de 1894.

Apasionado por la enseñanza, el doctor Wiesse se consagró por entero a ella, incorporándose desde joven a los claustros sanmarquinos. Así, en 1886 y 1887, dictó en la Facultad de Letras el curso de Estética;

en 1891, el de Historia de la Filosofía antigua y moderna; en 1904, 1905 y 1906, la segunda de estas asignaturas; en 1907, la de Sociología por licencia al titular doctor Mariano H. Cornejo, y en 1909, la de Historia Crítica del Perú, que con breve interrupción dictó hasta 1930 en que se jubiló. Igualmente ejerció por varios años la Secretaría de la Facultad de Letras.

Esta vocación del maestro, había de quedar de relieve en los varios textos de enseñanza que confeccionó para los alumnos de los planteles educativos, y que los Gobiernos recomendaran por su clara exposición y comprensión de método. Dichos textos fueron los siguientes: Primer libro de Geografía, Segundo libro IV año (América), Segundo libro V año (Europa, Asia, Africa), Lecciones de Geografía del Perú, Historia del Perú y de la Civilización peruana (con la colaboración de Luis Ulloa), Curso de geografía universal (4 tomos), Curso de geografía del Perú, Perú Prehispánico, Perú Colonial, Perú Independiente (La revolución) y Perú Independiente (La República). Para sus alumnos de la Facultad de Letras, dió a la publicidad sus libros sobre Las civilizaciones primitivas del Perú y Apuntes de Historia crítica del Perú, los mismos que aparecieron en 1913 y 1909 respectivamente.

Aparte de lo ya expuesto y en orden a la publicidad, el doctor Wiesse dejó escritos los siguientes libros: La madurez de una vida purgativa, En ciudad ajena y tierras propias, Fojas Cortadas de un libro de historia patria, y La vida anecdótica de Ramón Castilla, en la que recopilara y comentase, las múltiples ocurrencias del viejo Mariscal.

Perteneció el doctor Wiesse al Instituto Histórico del Perú, a la Sociedad Geográfica de Lima y al Instituto de Derecho Internacional.

En 1931 el doctor Wiesse se alejó de la docencia de la Facultad de Letras, después de haber enseñado y dirigido a gran número de alumnos, que en todo momento sintieron gratitud y veneración por el maestro. En esta oportunidad, las enfervorizadas palabras del doctor Jorge Basadre en el magnífico discurso que pronunciara, constituyen el mejor y más justiciero homenaje que pudiera tributarse a un hombre tan preclaro.

En el apacible balneario de Miraflores, pasó el doctor Wiesse los últimos años de su ancianidad, falleciendo casi nonagenario el 17 de junio de 1945.

E. S. C.

CELSO N. ZULETA
(1849-1924)

Fué uno de los jefes más distinguidos de los Institutos Armados que hizo honor a la carrera militar, imponiéndose por su pundonor y por sus luces. Poseía una vasta cultura, que la puso de manifiesto en

sus actividades intelectuales, ya en la vida del cuartel, ya en la del magisterio, al que consagró muchos años de su vida. Su ponderada inteligencia permitióle captar conocimientos en los ramos de la historia patria y universal, por las que sintió especial predilección, los mismos que vo!có tanto en la tribuna, cuanto en el libro y los periódicos y revistas más acreditados del país y el extranjero.

Nació el Coronel Zuleta en Lima el 28 de julio de 1849, año éste en que empezaba a convalecer el país bajo la sabia y férrea administración del Mariscal Castilla. Efectivamente, la anarquía reinante había sido atajada y se avecinabn mejores y más prósperos días para el resurgimiento y progreso de la patria. El ejército recibía por aquel entonces serias reformas, y de aquí que la juventud atraída por un lisonjero porvenir, se presentase a filas para seguir la carrera de las armas. Nuestro biografiado que había terminado sus estudios en los planteles escolares de Moliniere y López Castilla, Escuela Normal Central e Instituto Peruano Franco-inglés, que dirigían a la sazón dos acreditados pedagogos, los maestros Loiseau y Fontaine, no se sustrajo a estas halagadoras perspectivas, y dejando de lado la carrera de la medicina a la que lo impulsaba su progenitor, y sintiendo el llamado de la patria, ingresó a filas, dándosele de alta en octubre de 1865, fecha de trascendencia en la vida política e internacional del Perú, pues acababa de consumarse el atentado de las islas de Chincha llevado a cabo por el Almirante Pinzón. Ante tal ultraje, el Coronel Mariano Ignacio Prado, Prefecto de Arequipa, haciéndose eco de la protesta unánime, se levantó en armas en Are. quipa desconociendo al gobierno de Pezet. La campaña que el jefe rebelde inició sobre Lima, y que se conoce con el nombre de la Restauración, contó en sus filas al alférez de artillería Celso Nazario Zuleta, quien a los 16 años empezaba así bajo los mejores auspicios su carrera militar, que con el transcurso del tiempo habría de coronar brillantemente. Sus ascensos a partir de estos momentos los obtiene sucesivamente por méritos acreditados. En 1866 gana el grado de teniente cuya efectividad se le confiere en 1867, por su concurrencia al combate del 2 de Mayo bajo las órdenes del Coronel Prado. A partir de esta época y hasta el 19 de noviembre de 1906, en que obtiene la clase de Coronel efectivo, la foja de servicios de tan sobresaliente jefe no puede ser más honrosa. Durante este lapso el Coronel Zuleta se prodiga sobre manera. Desde 1888 su palabra autorizada se deja escuchar en una serie de Informes técnicos. Forma igualmente parte de jurados examinadores, y en la Escuela de Guadalupe en 1889 dicta el curso de Historia Militar del Perú que se incluye por primera vez en el nuevo plan de estudios. Como es un jefe de carrera y versado en las cuestiones territoriales que el Perú mantiene con los países limítrofes, se le llama a que forme parte de la Comisión que va a recorrer la frontera con el Ecuador sirviendo a órdenes del Coronel Carlos Pauli.

Cumplida ésta su misión se retira del servicio, al que vuelve, para

desempeñar durante la administración de Piérola la Dirección de Guerra. Pasada esta etapa difícil, como consecuencia de los sucesos derivados de la Coalición, el Coronel Zuleta en 1896, sirve distintos cargos, redactando al propio tiempo Proyectos y. Reglamentos para una futura Academia Militar y Escuela Superior de Guerra, en que se empeñan los jefes de la Misión Francesa que preside el General Paúl Clement.

En el campo de la acción el Coronel Zuleta tuvo una actuación brillante. Tomó parte en la campaña restauradora de 1865, en la del Callao contra la escuadra española en 1866, en la que emprendiera sobre Arequipa en 1867 el Presidente Constitucional, en la de 1874 que terminara con las batallas de Yacango y los Angeles bajo las órdenes del Jefe Supremo don Manuel Pardo, y en las de 1879 a 1882 durante la guerra con Chile, figurando honrosamente en las batallas de San Juan y Miraflores, Pucará, Acuchimay y otras acciones de armas, como fueron la campaña sobre Lima el 27 de agosto de 1884 a las órdenes del General Miguel Iglesias, y la entrada a la capital de las fuerzas coalicionistas comandadas por don Nicolás de Piérola y que dieron lugar a los sangrientos combates librados el 17 y 18 de marzo de 1895.

Por sus méritos, el Coronel Zuleta fué condecorado con las medallas del Perú y Bolivia otorgadas a los vencedores del 2 de Mayo, y la de Pucará, conferidósele el 5 de febrero de 1882. También se hizo acreedor a la medalla de oro que en 1878 ganó por haber obtenido la más alta nota en un concurso militar que se promoviera en aquel año. Dados sus conocimientos en el ramo de la historia, el Coronel Zuleta formó parte de la Academia de Historia Internacional de Francia, y en nuestro país fué miembro fundador del Instituto Histórico y del Club Literario de Arequipa. Sus estudios y artículos periodísticos, corren insertos en La Opinión Nacional, El Perú, El Nacional, La Patria, La Revista Militar y El Comercio de Lima, habiendo desempeñado la corresponsalía de este último diario durante la campaña del sur en la infausta guerra que mantuviéramos con Chile.

Como publicista, el Coronel Zuleta dejó escrita una Historia Militar General, para el uso de sus alumnos, y la Historia de América e Historia Contemporánea, que fueron aceptadas como textos obligatorios en algunos planteles escolares. El año 1873, la Sociedad Colaboradores de la Instrucción, contó en el rol de sus profesores al Coronel Zuleta, quien dictó el curso de Gramática francesa.

En el campo político figuró el Coronel Zuleta, ocupando el año 1882 un escaño como representante por Huarochirí en la Asamblea de Ayacucho, siendo electo por la provincia de Tayacaja con idéntico cargo en la Asamblea Nacional que el año 1884 convocara el General Iglesias. Aunque no militó en las filas de partido demócrata, el Coronel Zuleta sintió veneración por Piérola, y en más de una oportunidad puso de relieve y exaltó la vida y obra del jefe del gobierno del 95.

Forjado en la vida del Cuartel, el Coronel Zuleta hizo honor al uni

forme que vistiera. La caballerosidad y don de gentes que le adornaban, no desmentía su prosapia, como que se emparentaba con familias distinguidas de la Rioja y Vizcaya. Biznieto de don José Gómez, prócer de la Independencia de Tacna, el Coronel Zuleta sintió verdadera devoción por todo lo que se relacionase con la gesta heroica de la Emancipación, y por eso es que propugnó siempre la exaltación de las glorias patrias y los hechos más saltantes de nuestros hombres representativos. Desde este punto de vista fué un abanderado que cumplió su misión enaltecedora desde la tribuna de la Sociedad Fundadores de la Independencia, Vencedores el 2 de Mayo de 1866 y Defensores Calificados de la Patria, Institución ésta de cuya Junta Directiva formó parte en más de una oportunidad y en la que sobresalió como uno de sus miembros conspicuos.

Cargado de honores, falleció en Lima el Coronel Celso N. Zuleta el 13 de abril de 1924.

Al conmemorarse el centenario de su nacimiento, fue colocado su retrato en la sala de sesiones del Centro de Estudios Histórico-Militares, donde se llevó a cabo una actuación solemne, en la que el Coronel Manuel C. Bonilla y el General Manuel M. Ponce, pronunciaron elocuentes discursos, destacando la labor del Coronel Zuleta y enalteciendo su vida de militar probo y ejemplar ciudadano.

E. S. C.

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