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y las Memorias Inéditas de Mendiburu, comprendidas en las tres series enumeradas más arriba.

Dada su autoridad indiscutida en materias históricas, Patrón en unión del doctor don Manuel Marcos Salazar y del tradicionista don Ricardo Palma, fué nombrado miembro del Jurado que debía pronunciarse sobre las monografías presentadas al concurso promovido por el Ateneo de Lima el año 1899, el cual falló en el sentido de otorgarle el premio al único trabajo presentado, original de don Carlos A. Romero, y titulado: Los de la Isla del Gallo.

Cuanto dictamen fué necesario para dilucidar puntos obscuros o dudosos de historia y arqueología del Perú y americana, emanó de la pluma erudita de Patrón.

En 1887 el Concejo Provincial de Lima encargó a un historiador muy culto, don Enrique Torres Saldamando, la descifración del Libro I de Cabildos de Lima. Tan abrumadora tarea necesitaba del concurso de personas especializadas, y es por ello que Saldamando sin vacilar, solicitó y obtuvo de Patrón que le prestase su colaboración eficiente en la ardua labor por emprenderse. No solo se trataba de un mero trabajo paleográfico, sino de anotar debidamente el libro que se vertía al castellano moderno, consultando para el caso innumerable cantidad de documentos, aparte de que, era preciso poseer conocimientos heráldicos, para estudiar debidamente y a conciencia, la genealogía de los primeros conquistadores.

Nuestro biografiado, debemos decirlo, llenó a satisfacción su cometido, según se desprende de la propia declaración honrosa del infatigable Saldamando, quien se expresaba así: "Notorios son los conocimientos que de nuestra historia patria tiene el Sr. Patrón, cuyas producciones al respecto han merecido siempre el elogio de los entendidos en la materia, no solamente entre nosotros sino en Europa; sus noticias y datos para las anotaciones, apéndices y selección de documentos, me han sido de suma utilidad".

Por lo que respecta a nuestros diferendos internacionales, es preciso recordar la labor por todo concepto meritísima que desarrolló Patrón, estudiando con prolijidad y paciencia sumas, los más intrincados problemas limítrofes.

Fruto de esa labor, como ya lo hemos indicado en líneas anteriores, fueron los luminosos Informes evacuados a propósito de la controversia sobre delimitación de fronteras con Bolivia. En el Archivo Especial de Límites de nuestra Cancillería, se conserva un profundo estudio de Patrón titulado: Creación de la República de Bolivia por segregación del Virreynato de Buenos Aires, que hasta hoy permanece inédito.

Quizás en ningún trabajo de esta índole, de los realizados por Patrón, asombre más la erudición del sabio, y la diligencia puesta en práctica para el fácil manejo de la copiosa bibliografía consultada.

En dicho estudio hay apreciaciones geográficas e históricas del más

subido valor, compulsándose documentos variadísimos muy raros de los siglos XV, XVI y XVII, así como también mapoteca antiquísima, revisada con toda asiduidad en sus cartas más obscuras y confusas.

Después de ininterrumpida y provechosa labor de 35 años, falleció e! doctor Patrón en Lima, el 13 de diciembre de 1910, dejando su muerte un vacío irreparable en el seno de las instituciones culturales y científicas a que perteneció.

E. S. C.

CARLOS PAZ SOLDAN

(1844-1926)

Figura prominente en el campo de la historia y en el político el doctor Carlos Paz Soldán nació en Arequipa el 27 de enero de 1844. Sus padres fueron el doctor don Mariano Felipe Paz Soldán, uno de los investigadores más ilustres con que ha contado el Perú, y la respetable matrona doña Francisca Benavides. Por sus entronques familiares, se vinculaba con don Mateo y con don José Gregorio Paz Soldán, de tan descollante actuación ambos en la vida nacional.

Se educó el doctor Paz Soldán en Estados Unidos y de regreso a la patria, siguió la carrera de abogado, la que no cultivó, dadas sus inclinaciones notorias por la función diplomática, siendo así, que en muy temprana juventud, contaba apenas 18 años, desempeñó la Secretaría de segunda clase de la Legación del Perú en los Estados Unidos; pero habiéndose suprimido este cargo, regresó a Lima, donde en unión de su progenitor fundó la Compañía Nacional Telegráfica, con cuyo motivo recorrió el territorio en su vasta extensión, tomando numerosos apuntes, los mismos que con posterioridad publicó en un opúsculo que tituló Cartilla de Telegrafía Eléctrica, y que prestó muy utiles servicios a quienes se dedicaban al estudio de esta disciplina. Esta versación de don Carlos Paz Soldán le valió el prestar su concurso eficaz en la Guerra del Pacífico, pues cuando se produjeron las jornadas de San Juan, Chorrillos y Miraflores, fué él quien personalmente informaba a la capital de lo que ocurría en los campos del encuentro. En su carácter de Coronel Jefe de la Sección de Telégrafos del Estado Mayor General de los Ejércitos, los servicios que prestó fueron inestimables, ganándose por ello la animadversión del enemigo que lo hostigó sin descanso. Pese a tal situación de un desasosiego contínuo, el doctor Paz Soldán se consagró por entero al servicio de su patria, y en tal virtud, ofrendó su concurso al lado de los conmotados hombres públicos, que reunidos en solemne Asamblea proclamaron y reconocieron como Presidente Provisorio del Perú, al integérrimo patriota doctor don Francisco García Calderón,

Al desocupar Lima los invasores, Paz Soldán que no estaba de

acuerdo con los términos del Tratado de Ancón, libró violenta campaña contra el régimen de la Regeneración que encarnaba el General Miguel Iglesias, por lo que sufrió persecuciones que lo movieron a asilarse en las Legaciones francesa y argentina, para evitar ser aprehendido. Publicó a consecuencia de todo esto un folleto en que incriminaba a Iglesias los más graves cargos y que se publicó en Guayaquil. Triunfante la revolución del General Cáceres el año 1885, el doctor Paz Soldán lo apoyó entusiastamente desde las columnas de El Sol, periódico que fundara de su propio peculio y que mereció muy buena aceptación. No obstante, al discutirse en el Congreso el contrato Grace, el doctor Paz Soldán le salió al encuentro y libró cruda y tenaz batalla contra esa ma'hadada operación financiera.

Dedicado a las faenas periodísticas, el doctor Paz Soldán figura en la nómina de los redactores que formaban la plana mayor de la Revista Peruana, que fundara don Mariano Felipe Paz Soldán y cuyo primer número apareció el 15 de enero de 1879. Años después, y como ya lo hemos dicho, desde las columnas de El Sol, se prodigó sobre manera, escribiendo artículos y estudios, de índole histórica, internacional y diplomática. En este último aspecto, son notables sus opúsculos sobre "La Circular del señor Errázuris Urmeneta ante la Historia", "La cláusula tercera del Tratado de Ancón y el plebiscito de Tacna y Arica", "El Perú y Chile", "El Protocolo Billinghurst-Latorre", "Límites entre Arica y Tarapacá" y "La cuestión de Tacna y Arica y la quebrada de Camarones", en cuyas páginas enfocó como debía su manera de pensar, consonante en todo con las legítimas aspiraciones del Perú. Siguiendo esta misma orientación, se ocupó el doctor Paz Soldán en muchos artículos periodísticos de la cuestión limítrofe con el Ecuador y Colombia, dejando como fruto de esta labor patriótica, una Refutación al folleto oficial publicado por orden de la Cancillería ecuatoriana, y un estudio en dos partes sobre el Protocolo Pedemonte-Mosquera que apareció en 1910. Aparte de estas contribuciones en el orden diplomático, en que el doctor Paz Soldán se pronunció con indiscutible autoridad sobre las materias de que trataba, publicó trabajos de otro orden como fueron sus "Estudios espiritistas y la vida del loco", muy interesantes y novedosos, para la época en que aparecieron.

En la administración pública sirvió con eficiencia en la Junta Departamental y Municipalidad de Lima y en la Secretaría privada del Presidente General Remigio Morales Bermúdez, ocupando una curul en la Cámara de Diputados los años 1882 y 1892 y en el Senado como Representante por San Martín en 1913. Durante la Presidencia del señor Billinghurst el doctor Paz Soldán ocupó la cartera de Justicia, Instrucción, Culto y Beneficencia, que desempeñó con probidad y capacidad notorias, desde el 2 de julio de 1913 hasta el 4 de febrero de 1914, en que fué depuesto aquél régimen.

Teniendo en cuenta sus méritos en orden a la telegrafía, la Socie

dad de Ingenieros de Londres lo designó uno de sus miembros conspicuos, y en nuestro país, perteneció al antiguo Ateneo, a la Sociedad Geográfica y al Intituto Histórico, en condición de socio fundador.

El año 1926, el doctor Paz Soldán falleció octogenario en esta capita', después de haber prestado a la nación cincuenta años de ininterrumpidos y eficientes servicios.

E. S. C.

JOSE TORIBIO POLO

(1841-1919)

Uno de los más eruditos y laboriosos historiadores con que ha contado el Perú, fué don José Toribio Polo, nacido en Ica el 4 de mayo de 1841. Sus padres fueron don Juan José Polo y doña María Lucía Valenzuela, quienes por sus entroncamientos, se vinculaban, y muy estrechamente, con familias de Saña, Trujillo, Ayacucho y Lambayeque. En su ciudad natal, cursó Polo su instrucción elemental, y bajo el patrocinio de su hermano que desempeñaba el curato de Nazca, estudió Filosofía y disciplinas eclesiásticas en alguna de sus ramas. En 1859 llegó a Lima, ingresando directamente a la Escuela Normal Central que dirigía don Miguel Estorch, y en cuyas aulas enseñó por espacio de seis años los cursos correspondientes a la instrucción primaria. Al mismo tiempo, estudió Derecho en el Seminario de Santo Toribio, perfeccionando sus conocimientos en aquellos claustros, bajo la dirección de eminentes profesores.

Dedicado a las labores pedagógicas tomó a su cargo las clases de Filosofía y Literatura que dictara respectivamente en los Colegios de Minería de Huánuco y de la Libertad de Huaráz. Al igual, y llevado de ésta su inclinación por la enseñanza, abrió un colegio en el Callao, que regentó por un trienio, culminando su carrera de educador, con la Dirección de la Escuela Taller Municipal del puerto, que la sirvió por espacio de dos años. Durante el gobierno de don Nicolás de Piérola, el Consejo Superior de Instrucción Pública, le nombró Visitador para los colegios y escuelas de varones de Arequipa, Cuzco y Puno, desempeñándose con toda lucidez, en los años que duró dicha visita. El Informe que elevó a la superioridad, minucioso en todos sus detalles, señalaba con precisión las reformas y cambio de métodos que debían ponerse en práctica en aquellos planteles educativos.

Múltiples fueron las actividades de don José Toribio Polo en los varios cargos que desempeñara en la administración pública. En el ramo de Correos y en el de Hacienda, dejó huella imborrable de su labor de funcionario competente y honesto. En el de contabilidad, de la primera de estas Instituciones, se condujo con una honorabilidad digna del

mayor encomio, y en la segunda, reveló competencia notoria durante los cinco años que tuvo a su cargo el valioso archivo del Tribunal Mayor de Cuentas.

En el archivo del Palacio Arzobispal realizó Polo un trabajo de investigación profundo, escudriñándolo todo y compulsando numerosos documentos inéditos, de los cuales aprovechó muchos datos en los que sustentara más de uno de sus trabajos eruditos, relacionados con la historia eclesiástica del Perú.

Sensible a los llamados que se le hacían por hombres de connotado saber y experiencia en el ramo de la historia, Polo ayudó al Benemérito Coronel don Manuel de Odriozola en la tarea fatigante de catalogar la librería de la Biblioteca Nacional, en cuyos anaqueles se hallaban los volúmenes en el desorden y confusión más completos. Polo lo avizoró todo, viendo coronado con el éxito el trabajo a que se entregó, mereciendo ser nombrado Subdirector del establecimiento, cargo que renunció a los siete meses para dedicarse a otras actividades que le depararan mejor situación económica.

Puede decirse que el talento sobresaliente de Polo lo abarcó todo, pues con el mismo entusiasmo y preparación de siempre, sirvió diversas secretarías en los ramos de gobierno y de guerra, aprovechando las horas que le quedaban libres para dedicarse con todo tesón a sus grandes elucubraciones históricas.

Las faenas periodísticas también lo atrajeron desde su mocedad, apareciendo sus colaboraciones sucesivamente en periódicos y revistas que se editaban en la capital y aún en el extranjero, tal el caso de El canal de Panamá. Su pluma así, enfocó numerosos pasajes de la historia patria en las columnas de publicaciones acreditadas, como fueron: El Correo del Perú, El Siglo, El Tiempo, El Ciudadano y La Revista Social. Tal era la forma como se prodigaba Polo en la segunda mitad del siglo pasado, sin que desmayaran un solo instante su entusiasmo y esfuerzos.

En 1877, puede decirse que el talento de Polo se destaca en toda su plenitud. En aquella fecha el Coronel Odriozola publica en el tomo X de sus Documentos Literarios del Perú, un trabajo muy interesante de Polo titulado: Apuntes sobre Trujillo y sus Obispos, que abarca de la página 328 a la 378, y en el que se da a conocer una amena descripción de la ciudad de Trujillo, y a continuación la creación de la Diócesis de aquella localidad, a la que siguen las biografías de los Obispos que la sirvieron, apoyándose todo el relato, ya en documentos históricos de gran valía, ya en los datos suministrados por los cronistas de la época.

Debemos hacer presente que en la misma Colección de Odriozola, y en el tomo XI, se insertó otro trabajo de Polo tan interesante como el anterior y que se tituló: Apuntes sobre la historia eclesiástica de Arequipa, págs. 321 a 378, el mismo que ya había sido impreso en 1871, en el diario conservador La Sociedad, que se editaba en Lima. Este traba

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