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menester esperar a la vejez, yo viendo que aunque el señor licenciado Vaca de Castro declaró, no me aprovecha e que quiere gozar de 500 leguas contra toda razón e justicia e yo padezco. Yo envio con esta una relación de lo que acá parece que se debe proveer, a v.m. suplico que lo que por mi parte se pidiese se mande mirar y despachar e como cosa de su servidor, y en entender que el señor ¡icenciado Vaca de Castro acabe de hacer la dicha declaración va mucho, e mientras tanto yo pa. dezco e no tengo en que pueda ganar un peso de oro porque se mete acá todo a barata y va por demanda y por respuesta y esté v.m. cierto de que hecha la declaración le valdrá más que ninguna de las renunciaciones e aún podrá ser que tanto como ambas de los provechos que se han habido en Cuzco, Charcas e Arequipa hasta que se renunció en mi e para se exsimir de esto Gerónimo de Aliaga dice que se quiere aprovechar de que por cédula de S.M. está declarada la ciudad del Cuzco por cabeza de la gobernación de la Nueva Castilla y que los tuvo e proveyó don Francisco Pizarro por su gobernación, y el recabdo que sobre esto viniese sea de manera que acá no se le dé otro entendimiento y que se cumpla sin embargo de cualquiera manera apelación ni súplica que se interponga por ninguna persona según que v.m. mejor lo sabrá mandar e ordenar y si yo luego pudiera servir lo haré con la voluntad e obra que se manifestara mandándomelo. Nuestro Señor la muy magnífica persona de v.m. guarde e prospere con acrecentamiento de todo lo que desee. Desta ciudad de los reyes a 28 de noviembre de 1544. Besa las manos de v.m.

P. de Avendaño.

De los documentos que van a continuación solo copio las partes pertinentes para aliviar al lector.

Cédula de Carlos V de 26 de Octubre de 1536, dando a Saamano la escribanía mayor "y de las provincias del Perú que es desde la pro"vincia de Castilla del Oro llamada tierra firme inclusive, hasta el estre"cho de Magallanes por la mar del sur en que incluye la provincia de la "Nueva Castilla que tenemos encomendada al adelantado don Francisco "Pizarro e la provincia de Toledo cuya gobernación tenemos encomen"dada al mariscal don Diego de Almagro".

Poder de Saamano a Vaca de Castro de fecha 6 Setiembre de 1540 "para renunciar la escribanía mayor de la gobernación de la pro"vincia de Toledo y de otras provincias e islas de las indias".

La cesión la hizo Vaca en 6 de julio de 1544 ante el escribano Bernaldino de San Pedro y haciendo uso de ese poder que le confirió

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Saamano en Madrid en 6 setiembre de 1540 ante el escribano Juan Fernández de Paredes, "para renunciar en la persona o personas que se concertase el oficio de escribanía mayor del juzgado de la provincia de nuevo Toledo".

Lo renunció en Pedro de Avendaño por 8,000 pesos "por las costas que "se habían de hacer y despachar la merced del dicho oficio" y recibió luego 2,000 pesos en plata y los otros 2,000 para diziembre de 1544 y los 4,000 restantes al final de 1,545, obligándose por estos últimos Martín Pizarro y Alonso Palomino.

Carta de Avendaño a Vaca de Castro:

"porque estoy cierto que v.s. sabe y entiende mejor que yo lo que con"viene hacer e despachar sobre ello, pero como Aliaga lo quiere meter todo á barata (o sea confundir y oscurecer) es necesario despacho bastante".

"la que está derrogada por la comisión que a V.S. envió su magestad "para la división de los límites, por donde manda que se dividan con"forme a la capitulación e prorrogación e pues ha de ser medida desta “manera según declaración de pilotos de esta mar que se acabó la Nueva “Castilla en Guarmey, V. Señoría lo sabe todo y entiende como testigo "de vista".

"Pues de mas de esto va su parte e buena al señor Juan de Saamano” "yo envío acá una relación e memoria de lo que aquí nos pareció que "conviene pedirse a V. S.

Avendaño en poder que envia a España, sostiene que Vaca
"hizo cierta declaración en la ciudad del Cuzco y en ella habiendo visto
"por las informaciones e diligencias que hizo, que estaba en duda que
"la dicha ciudad del Cuzco entraba en los límites de la una gobernación
"o de la otra e retuvo en si la declaración de esto hasta llegar a esta
"dicha ciudad de los Reyes, y por la venida del señor Visorrey Blasco
"Núñez Vela no la hizo, por lo cual a mi derecho conviene haga el dicho
"licenciado dicha declaración como persona de experiencia en este nego-
"cio que lo ha visto por vista de ojos".

En la residencia que se tomó a Vaca, aparece esta pregunta: 13. Iten si saben que el dicho Licenciado Vaca de Castro por su descuido y negligencia no ha querido averiguar ni declarar a donde llegan las 270 leguas del marques don Francisco Pizarro y donde comienza la gobernación de la Nueva Toledo y si algunas hizo sería y fué sin parecer ni información de personas y pilotos que midiesen las dichas leguas por la altura, para efecto de sus intereses y de sus amigos y criados que en ello se les siguió”.

Pedro de Heredia declara:

"que Vaca envió del Cuzco a los Reyes a llamar dos o tres pilotos que fuesen a la dicha ciudad del Cuzco para que tomasen el sol y altura para dividir y declarar lo contenido en esta pregunta y supo que fueron dos o tres y oyó decir como había hecho la declaración".

Rodrigo de Salazar declara:

"que Vaca en Cuzco hizo tomar altura del sol e hizo cierta declaración"

El factor Juan de Salas declara:

"Vaca juntó dos pilotos los mejores que había en la tierra y el uno lo hizo ir de los Reyes al Cuzco para hacer la averiguación y la hizo e "dividió por su parecer de los dichos pilotos ante Pero López escribano".

Notas.

Vaca de Castro declaró en Arevalo que solo recibió de Avendaño 4,380 pesos, de los 8,000. Saamano obtuvo auto y sentencia del Consejo de Indias en Madrid a 22 de Febrero de 1546, para el pago de dichos 4,380 pesos.

Vaca por supuesto todo lo que salvó lo tomó para sí y sostuvo que lo correspondiente a sus acreedores, debía pagarse de todo el oro secrestado y que vino registrado en su nombre, de Diego de Aller, Francisco Becerra, Juan de Carranza, capitán Peranzuzer, y Fray Francisco Martínez toscano y otros, de los que se lograron tomar.

Otro detalle muy curioso, es que "las escrituras que traía "el doctor Lison de Tejada en los cofres que se trajeron" fueron al Real Consejo, (como es sabido Tejada fué uno de los cuatro oidores de la Nueva Audiencia y murió "de pensamiento" en el canal de las Bahamas cuando iba a España) y a la casa de contratación de Sevilla se trajo el oro e plata que traía Pedro Anzures (también falleció en la mar) y Francisco. Becerra.

Una prueba de que los oficiales de Nuevo Toledo no usaron sus oficios, fué el examen que al tiempo de la residencia de Vaca, se hizo de las marcas, comprobándose que no se habían usado "porque si se "marcara tuviesen perdida la tez que traían del platero y desgranadas o "blanqueadas las puntas de las letras y señales en el cabo do se habían de dar los martillazos". Y no usaron las marcas, porque no se llegaron a señalar los límites.

(Los oficiales del Nuevo Reino de Toledo fueron:

Johan de Guzmán, contador, Manuel de Espinar, tesorero y Gomez de León factor).

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La Numismática Peruana a la luz del

símbolo de la Estrella

Por el Dr. ERNESTO A. SELLSCHOPP DIESTEL

I

En diciembre de 1959 la Sociedad Numismática del Perú inauguró su primera exposición nacional de monedas con motivo de celebrarse el tercer centenario de haber sido acuñadas por primera vez monedas con fecha, en la Casa de la Moneda de Lima.

Hace ya tres siglos apareció aquella serie especial que llevaba la estrellita del tres veces coronado escudo limeño, además del signo de la Casa de la Moneda de Lima, la "LM" o ‘LIMA"; serie que fuera acuñada no por la expresa orden del Rey Felipe IV, sino por la autorización provisoria del Virrey, Conde de Alba de Liste (1), terminando así un período de 71 años que no se acuñaba en Lima.

No es pues, una clase de "dinero" en el estricto sentido de la palabra, la serie de las "Estrellitas" de los años 1659 a 1660—, sino únicamente un "dinero de emergencia" como ayuda a un estado de necesidad. Este estado de necesidad existía realmente en aquel entonces. No sólo habían convertido en el principal centro de administración la capital del Virreynato sudamericano sino también de su comercio. Se comentaba desfavorablemente la inactividad de acuñación desde 1588 en la Casa de la Moneda de Lima. Potosí estaba lejos y además habían disminuído considerablemente los medios de pago, debido a la falsificación monetaria de 1649/50 y a su consecuente confiscación.

Por tal motivo, el Virrey solicitó a la corte de Madrid el permiso para volver a abrir la Casa de la Moneda. Mas él estaba tan posesionado de esta necesidad y tan convencido de que el permiso le sería acordado, que sin esperar la respuesta real, dió su autorización provisoria para la nueva acuñación.

Pero en Madrid en el año 1659, había otros asuntos de muchísima más importancia. Fué el año en el que por fin, el Cardenal Mazarino y Ludovico XIV, concedieron a España el tan ansiado armisticio como corolario y fin a las luchas de más de treinta años. En este armisticio de los Pirineos, el Rey Felipe IV tuvo que entregar a su sobrino y triunfante Rey de Francia, la mano de su hija María Teresa

como dote de paz, además de algunos territorios, allanando así el paso de la Corona Española a la familia de los Borbones.

Todas estas cosas, las negociaciones con la legación francesa en Madrid, el compromiso de María Teresa, eran mucho más importantes y decisivas, que los problemas de la tan lejana Casa de la Moneda en Lima.

Además, de los círculos interesados de la Casa de la Moneda de Potosí, emanaban escritos de protesta contra la petición hecha en Lima. De manera que en Madrid, donde toda la política exterior tendía a la transigencia, se resolvió demostrar autoridad al Virrey y a su capital. El pedido fue denegado y el Virrey tuvo que retractarse del paso bien intencionado que ya había dado.

La Casa de la Moneda fué clausurada nuevamente el 13 de abril de 1660 inutilizándose las herramientas de acuñar, y poquísimos ejemplares de monedas de esa corta época han llegado a nuestro poder.

Burzio dice al respecto en su libro "La Ceca de Lima 1565-1824" en la página 72: "La efímera acuñación de la ceca limeña del año 1659 "ha enriquecido la numismática colonial hispanoamericana con un ejem"plar de original impronta, que no la presenta ninguna de las otras Ca"sas de Moneda de la época, si se exceptúa cierta similitud con la sa "lida de la de Santa Fé de Bogotá, del Nuevo Reino de Granada.

"Algunos autores y catálogos de venta señalan para esa peculiar "moneda la fecha de 1650, que consideramos errada, en razón de que "no existen antecedentes de que la Casa de Moneda estuviese en fun"ciones en ese año. Medina se refiere a este punto en su conocida obra "y cita documentos que demuestran que la Casa no efectuaba acuña"ciones en ese año y subsiguientes inmediatos, como la carta del virrey, "conde de Salvatierra, de 31 de Marzo de 1650, dirigida al ney Felipe "IV, en la que le encarecía la reinstalación de la Casa de Moneda."

Y sigue en la página 73: "Macuquina, con columnas de Hércu"les en el anverso, de original diseño y escudo cuartelado en cruz de "Castilla y León, en el reverso. Año 1659.

"Anverso: En el campo, las dos columnas de Hércules, sirviendo "de sostén a la corona real de España y, debajo de ésta, la estrella de "la Ciudad de los Reyes, que separa las letras L y M de Lima; una "línea horizontal une las dos columnas y, debajo de ella, la fecha abre"viada de 659. En algunos, en el flanco diestro de las columnas, figu"ra el valor y en el siniestro la sigla V del ensayador; en otras es a la "inversa. Todo, dentro de una orla de granetes. Leyenda en el perí "metro del campo; PHILIPPVS. IIII. DEI.G y cruz. Gráfila igual a "la orla.

"Reverso: Cruz griega equilateral, con los cuarteles ocupados por "los castillos y leones, todo dentro de una guarda formada por arcos "de círculo pareados y quebrados, y una orla de granetes. Leyenda cir

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