Imágenes de páginas
PDF
EPUB

ó mantener la independencia del episcopado. Por eso el sábio Bossuet culpaba y se quejaba de los prelados ingleses por no haber hecho todo lo que debian á los primeros pasos de la reforma. Los que aquí se dan pasan muy adelante. Se dispone de todo lo que hay mas sagrado é inviolable en la iglesia de Jesucristo. Si podemos lo que se nos propone, podemos hacer una iglesia de nuestras manos, como hicieron los protestantes. Yo, pues, no pudiendo hablar mas por ahora, concluyo con decir que me opongo y lo contradigo todo; y repito que no podemos mezclarnos en estas materias por defecto de facultades, de las quales no es lícito traspasar una línea, no presentándose aquí sino escollos y peligros sin término. Por tanto haré á V.M. unas proposiciones contenidas en un escrito firmado por otros varios señores y por mí, que ya el primer dia de la discusion se traxo para presentar á V. M., y no hubo lugar á ello, el qual servirá de recapitulacion de quanto dexo dicho, y es el que voy á leer á V. M.”

Leyó en efecto la exposicion siguiente:

Señor, los diputados que abaxo firman, en uso de la voz y representacion que tienen en este augusto Congreso, no pueden menos de manifestar franca y públicamente ante V. M. y ante la nacion toda, los sentimientos de que se hallan penetrados acerca del proyecto de ley considerado en globo, que propone la comision de Constitucion para suprimir el santo tribunal de la Fe o de la Inquisicion, y para restablecer en su lugar otro sistema para el conocimiento é instruccion de las causas y atribuciones que hasta aquí le estaban conferidas.

» Esta sola empresa, Señor, prescindiendo por ahora de toda otra consideracion, ofrece a la de los que hablan una idea la mas repugnante y opuesta á las máximas fundamentales de nuestra sagrada religion, y les parece servirá de escándalo á todos los oidos católicos, particularmente á quantos tengan nociones del carácter y límites de las dos potestades.

Es incontestable que existen en el mundo estas dos potestades supremas é independientes, una en el órden de la religion, otra en el órden civil, que Dios, su criador y autor de la sociedad, ha puesto en ella para gobierno de los hombres con respecto á los designios eternos de su alta providencia. Por lo tocante á la espiritual, es otra verdad de fe, sobre que no hay lugar á duda ni question, que esta procede inmediatamente del mismo Dios; que habiendo su Hijo santísimo nuestro redentor baxado al mundo, ha confiado esta potestad á los gefes de su iglesia para que la exerciesen perpetuamente, transmitiéndose de unos en otros por el sacerdocio que á este fin instituyó, permaneciendo el mismo Jesucristo, cabeza invisible de la propia iglesia, á quien gobierna desde el cielo por medio de sus ministros, y singularmente por el de su vicario y cabeza visible en la tierra, el soberano Pontífice sucesor de S. Pedro.

» Todos los hombres y naciones del mundo deben entrar en el gremio de esta iglesia si quieren ser salvos, y entrando en ella deben reconocer su autoridad, y ser dirigidos por las reglas, leyes y preceptos que ella les dicte con relacion á sus objetos, desde el mas elevado monarca hasta el mas humilde súbdito. Quieran ó no quieran los príncipes del mundo, el que es Rey de los reyes, y Señor de todas las criaturas, ha mandado expresamente que su fe y su doctrina se anuncie y enseñe á todos los hombres, á

[ocr errors]

pesar de todas las contradicciones y prohibiciones humanas: porque quiere que todos ellos sean salvos; y ha dicho que nadie lo será sin que entrando por el bautismo en la congregacion de sus fieles, profese aquella fe, y guarde sus mandatos dirigidos por la autoridad de la misma iglesia. A esta autoridad ha dexado privativa y exclusivamente el depósito de la fe y de la moral cristiana, para declararla, interpretarla y juzgar sus causas, proveyéndola de toda la jurisdiccion necesaria para su objeto, tanta quanta tenia el mismo Jesucristo, como él mismo lo ha dicho sus apóstoles por estas palabras: Toda potestad me ha sido dada en el cielo y en la tierra como mi Padre me ha enviado á mí, así yo os envio á vosotros todo lo que atáreis en la tierra, será atado en el cielo todo lo que desatáreis, será desatado. Ningun príncipe, emperador ni nacion del mundo puede usurpar esta autoridad, dar leyes, ni reglar los juicios de estas materias, sin cometer un horrible sacrilegio, y contravenir al evangelio; seria menester para esto suponer una iglesia ó una religion fabricada por ellos, y cuya autoridad descienda de la suya, como así sucede en las sectas separadas de la iglesia católica.

:

:

„Todas estas son verdades evangélicas y de fe divina, de que no es lícito dudar, y que seria injurioso explanar mas en un Congreso tan católico. Pero estamos persuadidos á que está en contradiccion con ellas el proyecto de ley que se presenta para destruir el tribunal de la Fe, y arreglar el que en su lugar se propone. ¿Y quién, Señor, será, por escasas luces que tenga, el que no reconozca á primera vista esta contradiccion y desorden de principios, que envuelve el plan en su totalidad y en su substancia? ¿Quién será capaz de conciliar con las verdades sentadas el sistema imaginado por la comision?

[ocr errors]

supre

Por este sistema se derriba una institucion sancionada por la ma potestad de la iglesia para mantener la pureza de la religion. Por aquellas verdades es esta potestad la competente para establecer y derogar tales instituciones.

29

» Por el evangelio está encargado, especialmente el sucesor de S. Pedro, del cuidado de la fe en toda la cristiandad; y todos los fieles, inclusos los pastores y obispos, estan sujetos á su jurisdiccion y á sus leyes. Por el proyecto de la comision, el comun de los fieles se eleva sobre la jurisdiccion del Papa, y somete á su juicio las leyes y determinaciones pontificias en la materia, revocándolas y destruyéndolas.

,, Por el evangelio los obispos son los maestros y pastores de su rebaño, y tienen sobre sus súbditos una jurisdiccion propia é independiente de ellos. Por el proyecto estos súbditos disponen y circunscriben la jurisdiccion de sus obispos, hasta designarles asesores determinados, sin los quales no puedan proceder, y las ovejas prescriben la ley á los pastores.

[ocr errors]

Por el dogma católico la iglesia tiene una potestad judicial y punitiva que exerce por sus tribunales inferiores y superiores, segun las atribuciones que á cada uno esten conferidas por la autoridad de la misma iglesia. Por el proyecto de la comision se conceden las apelaciones de los obispos en las causas de fe á tribunales que hasta aquí no tenian tal jurisdiccion.

[ocr errors]

Por los mismos dogmas evangélicos, el Papa y los obispos son los doctores y jueces privativos de la doctrina y de la fe, y á elles toca exclusi

vamente el exâmen é instruccion de estas materias por los medios canónicos. Por el proyecto no solamente se les prescriben calificadores determinados de la doctrina y de la fe, sino que su mismo juicio se somete des pues al dictámen del consejo de Estado, y de otras juntas de personas residentes en la corte, que anualmente designará el mismo Consejo, quedando al rey con vista de todo la extension de la lista de los escritos que deban prohibirse, y que se publicará con la aprobacion de las Córtes.

, En fin, Señor, por no detenernos en todos los pormenores, se establece por máxima que la religion será protegida por leyes conformes á la constitucion. Es decir, que en tanto será protegida en quanto se conformen las leyes de la una con las de la otra, y que la religion de Jesucristo queda sujeta á las constituciones políticas. Hasta ahora sabíamos por dogma católico, que la religion es de un órden superior é independiente de las leyes humanas. Por el nuevo proyecto la religion queda pendiente de estas leyes, la autoridad del sacerdocio de la del imperio, el evangelio de la constitucion. Todo esto era preciso suponer para decretar la abolicion del tribunal de la Fe por incompatible con la constitucion española, como se contiene en la segunda proposicion del proyecto; proposicion que junta con la primera, demuestra hasta la evidencia el fondo de oposicion de ambas al catolicismo.

[ocr errors]

Se dexa conocer que semejante proyecto es intolerable; que está fundado sobre principios ruinosos y destructivos de la religion; y que con el aparente y mal entendido título de proteccion, se usurpa la autoridad misma á quien se habia de proteger, y se hace desaparecer refundiéndola en la potestad temporal. Este es y ha sido el sistema funesto que despues de Marsilio de Padua siguieron los wiclefistas, les protestantes y los jansenistas para combatir la autoridad de la iglesia que confundia y condenaba sus errores; y es el mismo en que envolvieron adulando á algunos soberanos para proteger la heregía, y el que los arrastró para constituirse gefes y legisladores de la iglesia, precipitándose unos y otros en el cisma.

[ocr errors]

que

Nosotros, Señor, conocemos y estamos bien persuadidos de el que haya ó no tribunal de Inquisicion no es un punto de fe; que con él y sin él puede una nacion ser católica, y que en este concepto pueden ser católicos los que le impugnan como los que le defienden. Pero creemos tambien, y lo creemos por artículo de fe, que en la iglesia católica reside la autoridad para establecer los medios y leyes que juzgue oportunas para conservar la integridad y pureza de la religion entre los fieles, y dirigirlos por el camino de la verdad, y que á la misma autoridad compete reformarlas ó revocarlas segun lo juzgue conveniente. Baxo de este aspecto no hallamos compatible con los principios de nuestra santa religion la empresa de suprimir por nosotros una autoridad eclesiástica, instituida de la iglesia para por la suprema exercer sus funciones, ni reconocemos en la potestad secular semejantes facultades. Bien sabido es, y bien lo inculca la comision en su informe, que quantas veces, y en quantas partes se ha establecido este tribunal, ha sido siempre, como no podia menos, por la autoridad de la silla apostólica, y que por la misma autoridad se ha variado, modificado y arreglado el exercicio de sus funciones todas las veces que se ha creido conveniente. Ni podria ser otra cosa por los principios comunes de toda legislacion, porque solo el autor de la ley es quien puede revocarla; y porque en materia de jurisdic

cion el poder dar y quitar, son correlativos y estan en una misma línea. ¿Cómo, pues, sin un trastorno visible de todos los principios, podremos nosotros decretar la abolicion de un tribunal erigido por el soberano Pontífice, ni ninguna de sus disposiciones en el órden de la religion? ¿Có mo podria llegarse á este extremo sin desconocer la primacía del sucesor de San Pedro, y sin elevarnos nosotros sobre su misma cátedra? ¿Cómo sin derribar por los cimientos el edificio de la religion, someter á nuestro arbitrio el apostolado, dictar leyes y reglamentos sobre los puntos mas esenciales de su ministerio, y aun dividir á los obispos de su cabeza ?

Y si esto es tan repugnante por la esencia de la materia, en vano es alegar exemplares; por muchos que hubiera, que nunca probarian otra cosa que esfuerzos del poder, de la intriga, y de las maquinaciones de los enemigos de la religion para atentar contra ella. Tal ha sido el que se cita de Sicilia, en que un ministro perverso, virey de aquella isla, íntimo amigo, compañero y asociado de Diderot, de Alambert y de Voltayre, y de los mas zelosos de la secta filosófica, logró abatir la Inquisicion por los medios que le sugirió su malignidad junta con el poder de su influxo. Tales exemplos serán siempre la prueba mas concluyente en favor de esta institucion; y no puede calcularse mejor el beneficio de ella, que por el odio, la conspiracion, y los clamores incesantes de que se ha llenado el mundo con esta clase de gentes.

„Lo mismo debe decirse de los que hubiesen suscitado entre nosotros los enemigos de la fe, y del órden y tranquilidad pública, para impedir su establecimiento, como los judayzantes y sectarios que plagaban la España, siendo natural que no perdonasen medio alguno contra qualquiera disposicion que se tomase para contener el contagio de los errores, y reprimir sus licencias contra la seguridad de la religion y del estado, y aun este remedio no alcanzo quando ha sido forzoso que nuestros monarcas acudiesen al último recurso de expulsarlos del reyno. Tales argumentos probarian contra la religion misma que ha sufrido por algunos siglos toda la oposicion y contradicciones las mas terribles de las potestades humanas, y probarian tambien que nosotros podríamos y deberíamos suprimirla, porque en otras naciones se ha hecho lo mismo.

Pero guardémonos, Señor, de entrar en los caminos por donde ellas llegaron á este término despues de sufrir las catástofres y desolacion de las guerras civiles que las bañaron en sangre. Estos caminos no han sido otros que los que abrieron Lutero y Calvino, y despues de ellos los jausenistas, haciendo á los príncipes árbitros de la religion, y atribuyéndoles la autoridad de la iglesia en sus estados, que era el medio mas seguro para destruir la católica, é introducir el cisma y la heregía. Asi lo consiguieron con los príncipes del Norte. Así estos formaron una nueva iglesia, y un nuevo obispado con los ritos, formas y reglamentos que quisieron prescribirle. Así últimamente en Francia por los mismos principios de supremacía se hicieron legisladores de la iglesia, y acabaron con ella en pocos dias, y desterraron la paz de un suelo que todavía humea la sangre de las víctimas inmoladas al furor de la irreligion.

[ocr errors]

Señor, nosotros contamos ciertamente con la religiosidad del pueblo español, y no cremos se repitan en él semejantes desastres, pero tememos que

lo padezca el honer y el nombre de las Córtes, si se da lugar á estas discusiones; por nuestra parte lo resistimos, y deseamos evitarlas: estamos persuadidos de que el proyecto y el impreso no estan conformes á los principios de una sana doctrina, aunque lo estamos tambien de los sentimientos religiosos que animan á los señores de la comision, á quienes de ningun modo confundimos con la censura del impreso.

[ocr errors]

Suplicamos, pues, á V. M. aparte la vista de un objeto, que á la nuestra lo es bien desagradable, y que no puede menos de comprometer le con toda la nacion, con toda la posteridad, y sobre todo, con Dios omnipotente y eterno, zeloso de la autoridad que ha depositado en su santa iglesia. En conseqüencia hacemos á V. M. las proposiciones siguientes::

Primera.,,Que se declare no haber lugar á deliberar sobre el proyecto de ley propuesto por la comision de Constitucion en el asuuto del tribunal de la santa Inquisicion.

Segunda. ,,Que dado el caso de que V. M. no acceda al contenido de la primera proposicion, el informe y proyectos referidos pasen al cuerpo de obispos para que le califiquen, y declaren si la doctrina que contienen es no conforme á las disposiciones de la santa igiesia.

=

=

=

Tercera. Que en vista de lo que resulte, y siempre que se declare poder discutirse y determinarse por este Congreso sin agravio de la autoridad eclesiástica, se proceda á la discusion, y no de otra manera.=Cádiz 3 de enero de 1813. Tomas Aparicio Santiz: Bernardo Martinez. Blas Ostolaza. Manuel Caballero del Pozo. Pedro Inguanzo Ribero. Antonio Vazquez de Parga y Vahamonde. Pedro Gonzalez de Llamas. = Vicente Terrero. Francisco María Riesco. Juan de Salas. Salvador Samartin. Manuel Ros. Antonio Llaneras. Juan de Lera y Cano. = Simon Lopez. Antonio Alcayna. Gerónimo Ruiz.=Francisco Garces y Varea. Cárlos Andrés. Francisco Xavier Borrull. Alonso María de Is Vera y Pantoja. Rafael Ramirez y Castillejo. Juan Nieto y Fernandez. Martiniano Juan de la Torre."

=

=

=

=

=

SESION DEL DIA 9 DE ENERO DE 1813..

El Sr. Argüelles:,,Como individuo de la comision me parece que habrá llegado ya el caso de que se puedan deshacer algunas equivocaciones, en que varios señores diputados han incurrido, y aclarar algunos puntos sobre que han pedido ilustracion. Tanto mas quanto van tres dias de impugnacion y de invectivas, en lugar de argumentos; y será del caso que el Congreso se convenza de los sentimientos que animan á la comision, y de las razones en que funda su informe, y de muchas otras que se reservó, respecto á que el carácter dominante de este dictamen es la moderacion y sobriedad, que por desgracia no ha sido bastante para evitar que se la provoque del modo que lo han hecho varios señores preopinantes. No puedo menos de decir al Congreso que me siento como oprimido del enorme peso de dicterios é invectivas que se han lanzado contra el dictamen; y será dificil que al cabo›

« AnteriorContinuar »