CAPITULO XIV. asimismo refieren, fueron los primeros que enseñaron á los españoles hacer gomenas y sogas de esparto y Cómo los celtas y los de Rodas vinieron á Espala. tejer la pleita para diversas comodidades y servicios de La fama desta desolacion de España movió á miseri- las casas. Refieren otrosí que enseñaron á hacer las cordia y á compasion á las gentes comarcanas, que con- atahonas para moler el trigo con mayor facilidad que sideraban la mudanza y vuelta de las cosas humanas. antes; cosa que, por ser la gente fan ruda y por su poca Junto con esto, pasado el trabajo, fué ocasion que gran maña, costaba mucho trabajo. Dicen demás desto que muchedumbre de gente extranjera viniese á poblar en fueron los primeros que trajeron á España el uso de la esta provincia; parte de los que con sus ojos en tiempo moneda de cobre, con gran maravilla y risa al princide su prosperidad vieron los campos, policia y riquezas pio de los naturales, que con un poco de metal de poco de los españoles; parte los que por dicho de otros ha- ó ningun provecho se proveyesen y comprasen manbian comenzado á estimar y desear esta tierra. Asi, tenimientos, vestidos y otras cosas necesarias. Fué sin venida la ocasion, con mujeres, hijos y hacienda vi- duda grande invencion la del dinero, y semejante á ennieron los pueblos enteros á morar en ella, y de la pro-cantamenlo, como lo toca Luciano en la vida de Demovincia yerma cada cual ocupó aquella parle que en- nacte. Finalmente, á propósito de dilatar el culto de tendia ser mas á su propósito, sea para los ganados que sus dioses y á imitacion de los saguntinos, edificaron traia, ó por ser aficionado á la labor de la tierra. Por un templo a la diosa Diana, en que usaban de extrala industria destos y por la mucha y abundante gene- ordinarias ceremonias y sacrificios, sin declarar qué racion que tuvieron, no en mucho tiempo se restituyó manera de sacrificios y ceremonias eran estas. Puédese la antigua hermosura, policía y frecuencia de las ciu- creer que, conforme a la costumbre de los tauros, sadades, y con un nuevo lustre que volvió, cesó la ave- crificaban á aquella diosa los huéspedes y gente extrannida de tantos males. Desde la Gallia comarcana, pa- jera. En particular dicen que edilicaron á Hércules un sados los Pirineos, los celtas se apoderaron para habi- oráculo, y ordenaron se le biciesen sacrificios, los cuatacion suya de todo aquel pedazo de España que se ex- les no se celebraban con palabras alegres ni rogativas tiende hasta la ribera del Ebro, y por la parte oriental blandas de los sacerdotes, sino con maldiciones y dedel monte Idubeda, que goza de un cielo muy apacible nuestos; tanto, que tenian por cierlo que con ninguna y alegre, la ciudad de Tarazona, que hoy se ve, Nerto- cosa mas se profanaban que con decir, aunque fuese briga y Arcobriga, que han faltado, estaban en aquella acaso, entre las ceremonias solemoes y sacrilicios al у parte. Destos celtas y de los españoles que se llamaban guna buena palabra. De que daban esta razon : Hércuiberos, habiéndose entre sí emparentado, resultó el les, llegado á Lindo, que es un pueblo de Rodas, pidió nombre de Celtiberia, con que se llamó gran parte de á un labrador que le vendiese uno de los bueyes con España. Multiplicó mucho esta gente, que fué la causa que araba , y como no quisiese venir en ello, toinóselos de dilatar grandemente sus términos hácia mediodía, por suerza entrambos. El labrador, por no poder mas, de que dan bastante prueba Segobriga, Belsino, Urce- vengó la injuria con echarle maldiciones y decirle mil sia y olros lugares distantes entre sí, que de graves au- oprobrios, los cuales por entonces Hércules, estando tores son contados entre los celtiberos. Lo mismo acae- comiendo, oyó con alegría y grandes risadas ; después ció á muchas partes y pueblos de España, que con el de ser consagrado por dios, pareció á los ciudadanos tiempo tuvieron sus distritos, ya mas estrechos, ya mas de Lindo de conservar la memoria de este hecho con anchos, segun y como sucedian las cosas. A la parte perpetuos sacrificios. Para esto edificaron un alfar, que del septentrion, á los confines de los Celtiberos, caian llamaron Bucigo, que es lo mismo que yugo de bueyes; los Arevacos, que eran donde al presente están asenta- criaron junto con esto al mismo labrador en sacerdote, das Osma y Agreda, y con ellos los Duracos, los Pelen- y ordenaron que en ciertos tiempos sacrificase un par dones, los Neritas, los Presamarcos, los Cilenos, todos de bueyes, renovando juntamente los denuestos que pueblos comprehendidos en el distrito de los Celtiberos y contra Hércules dijo. Esta costumbre y ceremonia, conemparentados con ellos. Y aun se entiende que todos servada por los descendientes destos, se puede entenestos pueblos á un mismo tiempo vinieron de la Gallia der vino en este tiempo á España tomada de la vanidad y se derramaron por España, por conjeturas probables de los griegos, y que la trajeron los de Rodas con su que bay para creello, pero ningun argumento que con- venida. Está Roses aseutada en frente de Empúrias, y cluya. Lo que tiene mas probabilidad es que los de apartada della por la mar espacio de doce millas á las. Rodas, por la grande experiencia que tenian en el ma- postreras haldas de los Pirineos. Del cual monte se dice rear, con que se hicieron y fueron señores del mar por que por el mismo tiempo se encendió todo con fuego espacio de veinte y tres años, así en las otras provin- del cielo, ó por inadvertencia y descuido de los pastocias como tambien en España, para su fortificacion y res, ó por ventura de propósito quemaron los árboles para tener donde se recogiesen las flotas cuando la mar y los matorrales con intento de desmontar y romper los se alterase, demás desto, para la comodidad de la con- campos para que se pudiesen cultivar y habitar y apatratacion con los naturales, edificaron castillos en mu- centar en ellos los ganados. Lo cierto es que este monte chos lugares. Particularmente a las haldas de los Pi- por los griegos fué llamado Pirineo del fuego, que en rineos fundaron á Rodope 6 Roda, que hoy es Roses, griego se llama Pir, sea por el suceso ya dicho, sea, junto á un buen seno de mar, ciudad que antiguamente como otros quieren, por causa de los rayos que por su creció tanto, que en tiempo de los godos fué catedral altura muchas veces le combaten y abrasan; porque y turo obispo propio; mas al presente es muy peque- lo que algunos fingen que vino este nombre y se tomó ña, y que fuera de las ruinas y rastros de su antigua de Pirene, mujer amiga de Hércules, y falleció en estos nobleza, pocas cosas tiene que sean de ver. Los rodios, lugares, o de un Pirro, rey antiguo de España, los mas mo inteligentes lo reprueban como cosa fabulosa y sin fun- en Chipre, donde desembarcaron, robaron bastante núdamento. Lo que se tiene por mas cierto es que con la mero de doncellas, y con ellas fueron á Carquedon, fuerza del fuego las venas de oro y.de plata, de que así lugar antiguamente edificado por. Carquedon, vecino aquellos montes como todo lo de España estaba lleno, de Tiro, y que estaba asentado doce millas de Túnez. tanto, que decian que Pluton, dios de las riquezas, Allí concertaron con los naturales les vendiesen tanta raba en sus entrañas, se derritieron de suerte, que sa- tierra cuanta pudiesen cercar con un cuero de buey; lieron arroyos de aquellos metales y corrieron por di- vinieron los africanos en lo que aquella gente les pedia, versas partes. Los cuales, apagado el fuego, se cuajaron, sin entender lo que pretendian. Mas ellos, cortada la y por su natural resplandor pusieron maravilla á los piel en correas muy delgadas, con ellas cercaron y ronaturales, si bien los menospreciaron por entonces, por dearon tanta tierra, que pudieron en aquel sitio hacer no tener noticia de su valor; mas las otras naciones, en- y levantar una fortaleza, de donde la dicha fuerza se tendido lo que pasaba, se encendieron en deseo de ve- llamó Birsa, que signilica cuero de buey. Esto escribe nir á España con esperanza que los de la tierra, como Justino en el libro 18, dado que nos parece mas proignorantes que eran de tan grandes bienes, les permi- bable que hirsa en la lengua de los fenices, que era selirian de muy buena gana recoger todo aquel oro y mejante á la hebrea, es lo mismo que bosra, que en plata, por lo menos les seria cosa muy fácil rescatallo lengua hebrea significa fortaleza ó castillo, y que esta por dijes y mercaderías de muy poco valor. sué la verdadera causa de llamarse aquella fortaleza Birsa. Para juntar la fortaleza con el lugar de CarqueCAPITULO XV. don, tiraron una muralla bien larga , y tóda así junta De la venida de los de Fenicia a España. se llamó Cartago. Sucedió esto setenta y dos años an tes de la fundacion de Roma. Concertaron de pagar á De los de Fenicia se dice fueron los primeros hom- los africanos comarcanos ciertas parias y tributo, con bres que con armadas gruesas se atrevieron al mar, y que les ganaron las voluntades. Pero dejemos las cosas para enderezar sus navegaciones tomaron las estrellas de fuera, porque la historia no se alargue sin propósito, pur guia, el carro mayor y menor, en especial el norte, y volvamos á Pigmaleon, de quien se dice que, habiénque es como el quicio o eje sobre que se menea el cielo. dose por la muerte de Siqueo dejado algunos años la Estos, despues que quitaron el señorío del mar á los navegacion susodicha, con nuevas flotas partió de Tiro de Rodas y á los de Frigia, partiendo de Tiro, plaza no- la vuelta de España, surgió y desembarcó en aquella bilísima del Oriente, se dice que navegaron y vinieron parte de los Turdulos y de la Andalucía, donde hoy se en busca de las riquezas de España. Pero á qué parte ve la villa de Almuñecar. Allí edificó una ciudad, por de España primeramente llegaron, no concuerdan los nombre Axis ó Exis, para desde ella contratar con los aulores. Aristóteles dice que los de Fenicia sueron los naturales. Cargó con tanto la sota de las riquezas de primeros que, llegados al estrecho de Cádiz, rescataron España, volvió ú su tierra, tornó segunda y tercera vez á precio del aceite que traian tanta copia de plata de á continuar la navegacion, sin parar hasta tanto que los de Tarteso, que hoy son los de Tarifa , cuanta ni llegó á Cádiz, la cual isla, como antes se llamase Ericabia en las naves ni la podian llevar; de suerte que trea de los compañeros de oro, segun que de suso quefueron forzados á hacer de plata todos los instrumentos da apuntado, desde este tiempo la llamaron Gadira, de las naves y las mismas ancoras. Pudo ser que el esto es, vallado, sea por ser como valladar de España fuego de los montes Pirincos se derramó por las demás contrapuesto a las hinchadas olas del mar Océano, ó partes de España, ó de las minas, de que la Bélica era porque el pueblo primero que los de Fenicia en ella funabundante, se sacó tanta copia de oro y plata. Lo que daron, en lugar de muros le fortificaron de un seto y lleva mas camino es que los de Fenicia en esta su em- vallado. Levantaron otrosí un templo en el dicho puepresa tocaron primero y acometieron las primeras par- blo á honra de Hércules en frente de tierra firme, por la tomaron de los Pirincos, que los naturales les dieron por las cosas que traian de rescate. Puédese tambien mismo nombre del templo. Cosas muy extraordinarias creer que Siqueo, hombre principal entre aquella gente, se refieren de la naturaleza de esta isla; en particular vino, como lo dicen nuestros historiadores, en España tenia dos pozos de maravillosa propiedad y muy á propor capitan desta armada, ó no mucho despues, por pósito para acreditar entre la gente simple la supersticontinuar y hacerse siempre nuevas navegaciones y cion de los griegos: el uno de agua dulce, y el otro de armadas; y que della llevó las riquezas que primera- agua salada; el de la dulce crecia y menguaba cada dia 'mente le fueron ocasion de casar con la hermana del dos veces al mismo tiempo que el mar; el de agua sarey de Tiro, llamada Dido, y despues le acarrearon la lada tenia las mismas mudanzas al contrario, que bajaba muerte por el deseo y codicia que en Pigmaleon, su cu- cuando el mar subia, y subia cuando él bajaba. Tenia ñado, entró del oro de España. Mas quedó en su in- otrosí un árbol llamado de Gerion, por causa que cortatento burlado, á causa que Dido, muerlo su marido, do algun ramo distilaba, como sangre, cierto licor, tanto puestas las riquezas, que ya el tirano pensaba ser su- mas rojo cuanto mas cerca de la raíz cortaban el ramo; yas, en las naves, se huyó y fué á parar á Társis, que su corteza era como de pino, los ramos encorvados hoy se llama Túnez, ciudad con quien tenian los de hácia la tierra, las hojas largas un codo y anchas cuaTiro grande amistad. y contratacion. Siguiéronla mu- tro dedos, y no habia mas de uno.destos árboles, y otro chos que, por la compasion de Siqueo y por el odio del que brotó adelante cuando el primero se secó. Volvamos tirano, mudaron de buena gana la patria en destierro. a los de Fenicia, los cuales fundaron otros pueblos, y Para proveerse de mujeres de quien tuviesen sucesion, entre ellos á Málaga y ú Abdera, con que se apoderaron . de parte de la Bética, y ricos con la contratacion de ráneo, para que sirviesen de escala para lo demás. AcoEspaña, comenzaron claramente á pretender enseño- metieron á Sicilia la primera , despues à Cerdeña y a rearse de toda ella. Platon, en el Timeo, dice que los Córcega, donde tuvieron varios encuentros con los naAllantides, entre los cuales se puede contar Cádiz, por turales, y finalmente, en todas estas partes llevaron lo estar en el mar Atlántico, partidos de la isla Eritrea, peor. Parecióles de nuevo emprender primero las islas aporlaron por mar á Acaya, donde por sucrza al prin- menores, porque tendrian menor resistencia. Con este ejpio se apoderaron de la ciudad de Alénas; mas des- i nuevo acuerdo, pasadas las riberas de Liguria, que es el pues se trocó la fortuna de la guerra de suerte, que to- Genovés, y las de la Gallia, tomaron la derrota de Espados, sin faltar uno, perecieron. Algunos atribuyen este ña, donde se apoderaron de Ibiza , que es una isla rocaso a los de Fenicia, por ser mụy poderosos en las | deada de peñascos, de entrada dificultosa , sino es por partes de levante y de poniente, que tendrian fuerzas la parte de mediodía, en que se forma y extiende un y ánimo para acometer empresa tan grande. En este buen puerto y capaz. Está opuesta al cabo de Denia, mismo tiempo se abrian las zanjas y se ponian los ci-aparta la de la tierra firme de España por espacio no mientos de la ciudad de Roma; juntamente reinaba mas de cien millas; es estrecha y pequeña , y que apeentre los judíos el rey Ecequias, despues que el reino nas en circuito boja veinte millas, á la sazon por la de Israel, que contenia los diez tribus de aquel pueblo, mayor parte fragosa y llena de basques de pino, por destruyó Salmanasar, gran rey de los asirios, Hijo deste donde los griegos la llamaron Piliusa. En todo liempo grande emperador fué Senaguerib. Este juntó un grueso ha sido rica de salinas y dotada de un cielo muy benige ejército con pensamiento que llevaba de apoderarse de no y de extraordinaria propiedad, pues ni la tierra todo el mundo, destruyó la provincia de Judea, melió cria animales ponzoñosos ni sabandijas, y si los traen á fuego y á sangre toda la tierra, finalmente, se puso de fuera, luego perecen. Es tanto mas de estimar esta á sobre Jerusalem. Dábale pepa entretenerse en aquelcer- virtud maravillosa cuanto tiene por vecina otra isla, por co, porque conforme á su soberbia aspiraba á cosas nombre Oliysa, que es tanto como isla de culebras, mayores. Dejó al capitan Rabsace con parte de su ejér- llena de animales ponzoñosos, y por esta causa inhabicito para que apretase el cerco, que fue el año décimo table, segun que lo testifican los cosmógrafos anticuarto del reino de Ecequias. Hecho esto, pasó en Egip- guos; juego muy de considerar y milagro de la naļura y to con la fuerza del ejército. Cercó la ciudad de Pelu- leza. Verdad es que en este tiempo no se puede con cersio, que antiguamente fué Heliópolis, y al presente es tidumbre señalar qué isla sea esta ni en qué parte caDamiata. Allí le sobrevino un grande revés, y fué que ya. Unos dicen que es la Formentera , á la cual opinion y Taracon, el cual, con el reing de Etiopia juntara el de ayuda la distancia, por estar no mas de dos mil pasos Egipto, le salió al encuentro, y en una famosa batalla de Ibiza; otros quieren sea la Dragonera, movidos de que le dió, le desbarató y puso en luida, Herodoto dijo la semejanza del nombre, si bien está distante de Ibiza . que la causa deste desman fueron los ratones, que en у casi pegada con la isla de Mallorca. Los mas doctos aquel cerco le royeron todos los instrumentos de guer- son de parecer que un mante, llamado Colubrer, pegara. Sospéchase que lo que le sucedió en Jerusalem, do á la tierra firme y contrapuesto al lugar de Peñisdonde, como dice la Escritura, el Angel en una noche cola, se llamó autiguamente en griego Ofiusa , y en lale mató ciento y ochenta mil combatientes, lo atribuyó tin Colubraria, sin embargo que los antiguos geógrafos este autor á Egipto; puede ser tambien que en entram situaron á Ofiusa cerca de Ibiza; pues esto como en los lugares le persiguió la divina justicia, y quiso con- otras cosas, pudieron recibir engaño por caerles lo de Ira él manifestar en dos lugares su fuerza. Sosegada España tan lójos. A poderado que se lobieron los caraquella tempestad de los asirios, luego que Taracontagineses de la isla de lbiza, y que fundaron en ella se vió libre de aquel torbellino, relieren que revolvió una ciudad del mismo nombre de la isla para mantesobre otras provincias y reinos, y en particular pasó en nerse en su señorío, se determinaron de acometer las España. Estrabon por lo menos testifica haber pasado | islas de Mallorca y Menorca, distantes entre sí por espaen Europa ; nuestros historiadores añaden que no lejos cio de treinta millas, y de las riberas de España sesendel rio Ebro, en un ribazo y collado, fundó de su nom- ta. Los griegos las llamaron, ya Ginesias, por andar en bre la ciudad de Tarragona, y que los Scipiones, mucho ellas á la sazon la gente desnuda, que esto significa liempo adelante, la reedificaron y hicieron asiento de aquel nombre, ya Baleares, de las liondas de que usa, у imperio romano en España, y que esta fué la causa de ban para tirar con grande destreza. En particular la atribuilles la fundacion de aquella ciudad, no solo la mayor de las dos se llamó Clumba, y la menor Nura, gente vulgar, sino tambien autores muy graves, entre segun que lo testifica Antonino en su Itinerario, y del ellos Plinio y Solino, si bien el que la fundó primero lo tomó y lo puso Florian en su historia. Antes de desfué el ya dicho Taracon, rey de Eliopia y de Egipto. embarcar rodearon las cartagineses con sus naves estas islas, sus entradas y sus riberas y calas; mas no se atreCAPITULO XVI. vieron á echar gente en tierra espantados de la fiereza Como los cartagineses tomaron á Ibiza y acometieron de aquellos isleños, mayormente que algunos mozos a los mallorquines. briosos que se atrevieron á hacer prueba de su valenlia Despues destas cosas y despues que la reina Dido pasó quedaron los mas en el campo tendidos, y los que es. desta vida, los cartagineses se apercibieron de armadas caparon, mas que de paso se volvieron á embarcar. muy fuertes, con que se hicieron poderosos por mar y Perdida la esperanza de apoderarse por entonces despor tierra. Deseaban pasar en Europa y en ella exten- tas islas, acudieron a las riberas de España, por ver si der su imperio. Acordaron para esto en primer lugar podrian con la contratacion calar los secretos de la tieracometer las islas que les caian cerca del mar Mediter- ra, por fuerza apoderarse de alguna parte della, de , , prudencia, avisados de lo que los cartagineses parete de aliena este mismo tiempo, que fué seiscientos y veinte sus riquezas y bienes. No salieron con su intento, ni CAPITULO XVII. les aprovechó esta diligencia por dos causas: la prime De la edad de Arganlovio. ra fué que los saguntinos, para donde de aquellas islas de policía y En años antes del nacimiento de Cristo nuestro Señor, y dian, que era quitarles la libertad, los echaron de sus de la fundacion de Roma corria el año 132, concurriberas con maña, persuadiendo a los naturales no tu- rió la edad de Argantonio, rey de los tartesos, de viesen contratacion con los cartagineses. Demás desto, quien Silio Itálico dice vivió no menos de trecientos las necesidades y apretura de Cartago forzaron á la ar- años. Plinio, por testimonio de Anacreonte, le da mada á dar la vuelta y favorecer á su ciudad, que ardia ciento y cincuenta. A este, como tuviese gran desen disensiones civiles, y juntamente los de Africa co- treza en la guerra y por la larga experiencia de cosas marcanos le hacian guerra; fuera de una cruel peste, fuese de singular prudencia , le encomendaron la recon que pereció gran parle de los moradores de aque- pública y el gobierno. Tenian los naturales confianza lla muy noble ciudad. Para remedio destos males se que con el esfuerzo y buena maña de Argantonio podice que usaron de diligencias extraordinarias, en par- drian rebatir los intentos de los fenicios, los cuales, ticular hicieron para aplacar á sus dioses sacrificios no ya por rodeos y engaños, sino claramente, se endesangrientos é inlıumanos; maldad increible. Ca vueltas rezaban á enseñorearse de España, y con este propósito, las armadas por respuesta de un oráculo, se resolvie- de Cádiz habian pasado á tierra firme. Valianse de sus ron de sacrificar todos los años algunos mozos de los mañas: sembraban entre los naturales discordias y nias escogidos; rito traido de Siria, donde Melchon, riñas, con que se apoderaron de diversos lugares. Los que es lo mismo que Saturno, por los moabitas y feni- naturales, al llamamiento del nuevo Rey, se juntaron en cios era aplacado con sangre humana. Hacíase el sa- son de guerra, y castigado el atrevimiento de los fecrificio desta manera: tenian una estatua muy grande nicios, mantuvieron la libertad que de sus mayores tem de aquel dios con las manos cóncavas y juntas, en que nian recebida; y no falta quien diga que Argantonio se puestos los mozos, con cierto artificio caian en un ho- apoderó de toda la Andalucía ó Bética y de la misma yo que debajo estaba lleno de fuego. Era grande el ala- isla de Cádiz; cosa hacedera y creible, por haberse murido de los que allí estaban, el ruido de los tamboriles y chos de los fenicios á la sazon partido de España en sosonajas, en razon que los aullidos de los miserables corro de la ciudad de Tiro, su tierra y patria natural, mozos que se abrasaban en el suego no moviesen á contra Nabucodonosor, emperador de Babilonia, que compasion los ánimos de la gente, y que pereciesen con un grueso ejército bajó á la Suria , y con gran essin remedio. Fué cosa maravillosa lo que añaden, que panto que puso, se apoderó de Jerusalem, ciudad en riluego que la ciudad se obligó y enredó con esta supers- quezas, muchedumbre de moradores y en santidad la ticion, cesaron los trabajos y plagas, con que quedaron mas principal entre las ciudades de Levanle. Prendió demas engañados; que así suele castigar muchas veces más desto al rey Sedequías, el cual, junto con la demás Dios con nuevo y mayor error el desprecio de la luz y gente y pueblo de los judíos, envió cautivo á Babilonia. de la verdad y vengar un yerro con otro mayor. Esta Combalió otrosí por mar y por tierra la ciudad de Tiro, ceremonia, no muy adelante ni mucho tiempo despues que era el mas noble mercado y plaza de aquellas pardeste, pasó priinero á Sicilia y á España con tanta fuer- ies. Los de Tiro, como se vieron apretados, despachaza, que en los mayores peligros no entendian se podia ron sus mensajeros para hacer saber á los de Cartago y bastantemente aplacar aquel dios sino era con sacrificar á los de Cádiz cuản gran riesgo corrian sus cosas si al hijo mayor del mismo rey. Y aun las divinas letras con presteza no les acudian. Decian que, fuese por el atestiguan que el rey de los moabitas hizo esto mismo comun respeto de la naturaleza , se debian mover á para librarse del cerco que le tenian puesto los ju- compasion de la miseria en que se hallaba una ciudad dios. Por ventura tenian memoria que Abraham, prín- poco antes tan poderosa; fuese por ser madre y patria cipe de la gente hebrea, por mandado de Dios quiso comun de donde todos ellos tenian su origen; fuese degollar sobre el altar á su hijo muy querido Isaac; que por consideracion de su mismo interés, pues por melos malos ejemplos nacen de buenos principios. Y Filon, dio de aquella contratacion poseian sus riquezas, y ella en la Historia de los de Fenicia , dice hobo costumbre destruida , se perderia aquel comercio y ganancia. No que en los muy graves y extremos peligros el principe dilatasen el socorro de dia en dia, pues la ocasion de de la ciudad ofreciese al demonio vengador el hijo que obrar bien como sea muy presurosa, por demás desmas queria, en precio y para librar á los suyos de aquel pues de perdida se busca. No les espantosen los gastos peligro, á ejemplo é imitacion de Saturno, al cual los que harian en aquel socorro; que, ganada la victoria, les fenices llaman Israel, que ofreció un hijo que tenia de recobrarian muy aventajados. Por conclusion, no les Anobret, ninfa, para librar la ciudad que estaba opri- retrajese el trabajo ni el peligro, pues a la que debian mida de guerra, y le degolló sobre el altar vestido de todas las cosas y la vida, era razon aventurarlo todo vestiduras reales. Esto dice Filon. Yo entiendo que por ella. Oida esta embajada, no se sabe lo que los cartrastrocadas las cosas, como acontece, este autor por tagineses hicieron. Los de Cádiz, hechas grandes levas Abraham puso Israel, y mudó lo demás de aquella ha- de gentes y de españoles que llevaron de socorro, con zaña y obediencia tan mulable en la forma que queda una gruesa arınada se partieron la vuelta de Levante. dicha. Llegaron en breve á vista de Tiro y de los enemigos. Ayudóles el viento, con que se atrevieron á pasar por medio de la armada de los babilonios y entrar en la ciudad. Con este nuevo socorro, alentados los de Tiro, que se hallaban en extremo peligro y casi sin esperanza, volvieron a embarcar, con intento de buscar asientos cobraron un tal esfuerzo, que casi por espacio de cua- mas á propósito. Tocaron de camino á Córcega ; desde tro años enteros entretuvieron el cerco con encuentros allí pasaron á Francia, en cuyas riberas hallaron un y rebates ordinarios, que se daban de una y otra parte. buen puerto, sobre el cual fundaron la ciudad de MarQuebrantaron por esta manera el coraje de los babilo- sella en un altozano que está por tres partes cercado nios, los cuales por esto y porque de Egipto, donde de mar, y por la cuarta tiene la subida muy agria á les avisaban se hacian grandes juntas de gentes, les causa de un valle muy hondo que está de por medio. amenazaban nuevas tempestades y asonadas de guerra, Otra parte de aquella gente siguió la derrota de Espaacordaron de levantar el cerco. Parecióle á Nabucodo- ña, y pasando á Tarifa, que fué antiguamente Tarteso, nosor debia acudir á lo de Egipto con presteza antes en tiempo del rey Argantonio, avecindados en aquella que por su tardanza cobrasen mas fuerza. Esta nueva ciudad, se dice que cultivaron, labraron y adornaron guerra fué al principio variable y dudosa , mas al fin de edificios hermosos, a la manera griega, ciertas islas Egipto y Africa quedaron vencidas y sujetas al rey de que caian enfrente de aquellas riberas, y se llamabau Babilonia; de donde compuestas las cosas, pasó en Es Afrodisias. Valió esta diligencia para que las que anpaña con intento de apoderarse de sus riquezas y de tes no se estiinaban sirviesen en lo de adelante á aquevengarse juntamente del socorro que los de Cádiz en- llos ciudadanos de recreacion y deleite; mas todas han Fiaron á Tiro. Desembarcó con su gente en lo pos- perecido con el tiempo , fuera de una, que se llamaba trero de España á las vertientes de los Pirineos; des- Junonia. Siguióse tras esto la muerte de Arguntonio de allí sin contraste discurrió por las demás riberas y el año, poco mas á menos, 200 de la fundacion de puertos sin parar hasta llegar á Cádiz. Josefo, en las Roma. Para honrarle dicen le levantaron un solemne Antigüedades, dice que Nabucodonosor se apoderó sepulcro, y al rededor del tantas agujas y pirámides de España. Apellidáronse los naturales, y aperce- de piedra cuantos enemigos él mismo por su mano bianse para hacer resistencia. El habilonio, por iniedo mató en la guerra. Esto se dice por lo que Aristóteles de algun revés que escureciese todas las demás vic- refiere de la costumbre de los españoles, que sepultatorias y la gloria ganada , y contento con las muchas ban á sus muertos en esta guisa, con esta soledad y mariquezas que juntara y haber ensanchado su imperio nera de sepulcros. hasta los últimos términos de la tierra, acordó dar la vuelta; y así lo liizo el año que corria de las fundacion CAPITULO XVIII. de Fionia de 171. Esta venida de Nabucodonosor en Como los fenicios trataron de apoderarse de España. España es muy célebre en los libros de los hebreos; y por causa que en su compañía trajo muchos judíos, al- Grandes movimientos se siguieron despues de la gunos tomaron ocasion para pensar y aun decir que muerte de Argantonio; y España, á guisa de nave, sin muchos nombres hebreos en el Andalucía, y asimis- gobernalle y sin piloto, padeció graves tormentas. La mo en el reino de Toledo, que fué la antigua Carpeta- fortuna de la guerra, al principio variable, y al fin connia, quedaron en diversos pueblos que se fundaron en traria á los españoles, les quitó la libertad. La venida aquella sazon por aquella misma gente. Entre estos de los cartagineses á España fué causa destos daños cuentan á Toledo, Escalona , Noves, Maqueda , Yepes, con la ocasion que se dirá. Los fenicios por este tiemsin otros pueblos de menor cuenta , que dicen tomaron po, aumentados en número, fuerzas y riquezas, sacueslos apellidos de los de Ascalon, Nove, Magedon, dieron el yugo de los españoles, y recobraron el señorío Palestina. Toledo quieren que su contratacion, fortaleza de su imperio, desde donde najes y familias, cuales fueron las que dicen se junta- pensaban pasar á tierra firme con la primera ocasion ron en gran número para abrir las zanjas y fundar que para ellos se les presentase. Pensaban esto, pero aquella ciudad. Imaginacion aguda sin duda, pero que no hallaban camino ni traza ni ocasion bastante para en este lugar ni la pretendemos aprobar, ni reprobar de emprender cosa tan grande. Parecióles que seria lo todo punto. Basta advertir que el fundamento es de mejor cubrirse y valerse de la capa de la religion, velo poco momento, por no estribar en testimonio y autori- que muchas veces engaña. Pidieron a los naturales lidad de algun escritor antiguo. Deja añaden cencia y lugar para edificar á Hércules un templo. Denuestros escritores á todo lo suso dicho, que despues cian haberles aparecido en sueños, y mandado hiciede reprimido el atrevimiento de los fenicios, como que- sen aquella obra. Con este embuste, alcanzado lo que da dicho, y vueltos de España los babilonios, los fo- pretendian, con grandes pertrechos y materiales, le lecenses, así dichos de una ciudad de la Jonia, en la Asia vantaron muy en breve á manera de fortaleza. Muchos, menor, llamada Focea, en una armada de galeras, de movidos por la santidad y por la devocion de aquel las cuales los focenses fueron los primeros maestros, templo y del aparato de las ceremonias que en él usanavegaron la vuelta de Italia, Francia y España, forza- ban, se fueron á morar en aquel lugar, por donde vino dos, segun se entiende, de la crueldad de Harpalo, ca- en poco tiempo á tener grandeza de ciudad, la cual pitan del gran emperador Ciro, y que en su lugar tenia estuvo, segun se entiende, donde ahora se ve Medina el gobierno de aquellas partes. Esta gente en lo pos- Sidonia, que el nombre de Sidon lo comprueba y el trero de la Lucania , que hoy es por la mayor parte la asiento que está enfrente de Cádiz, diez y seis millas Basilicata , y enfrente de Sicilia edificaron una ciudad, apartada de las marinas. Poseian demás desto otras por nombre Velia, donde pensaban hacer su asiento. ciudades y menores lugares, parte fundados y habitas Pero a causa de ser la tierra mal sana y estéril, y que dos de los suyos, parte quitados por fuerza a los con los naturales los recibieron muy mal, parte dellos se marcanos. Desde estos pueblos que poseian, y princi venga de Toledoth , diccion que en hebreo significance de la isla de Cádiz, asiento antiguo de sus riquezas y de esto, |