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Notas cambiadas entre la Legación de Bolivia y el Ministeria
de Relaciones Exteriores del Perú, en 1897

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18

Límites Perú-Bolivianos

La Nota del Dr. Pinilla

Desde que el Bajo y Alto Perú se constituyeron en repúblicas independientes, bajo la denominación respectiva de Perú y Bolivia, tuvieron necesidad de fijar los límites que las separaban.

La vasta extensión de los territorios y la escasa población, hicieron, sin embargo, que esa necesidad, no se hiciese sentir con fuerza, en los primeros años de la independencia; y la delimitación fué aplazándose, con tanta mayor razón cuanto que ella debía basarse en títulos claros y terminantes, cuales eran las leyes dictadas por el Monarca español, señalando la respectiva jurisdicción de las varias circunscripciones ó distritos territoriales que comprendían sus vastos dominios.

Realizada la independencia, aquellos títulos fueron confirmados por el principio del uti possidetis, que las nuevas naciones sud-americanas fijaren como base para la determinación de sus fronteras.

Corriendo el tiempo, el desarrollo progresivo de los pueblos, produjo el natural avance de sus poblaciones, avance que hizo necesaria la clara y material fijación de las fronteras.

Casi todos los paises sud-americanos comenzaron á sentir aquella necesidad, en el último cuarto del siglo próximo pasado; y aunque en ocasiones las ambiciones de territorio, las pretensiones ilegítimas, la relativa oscuridad de los títulos ó lo incierto del uti possidetis, llegaron por momentos á hacer lucir las espadas; hay que reconocer en honor de estos paises tan calumniados en Europa, que el buen sentido prevaleció casi siempre y que las cuestiones de límites, se zanjaron amistosamente por arreglos directos ó por arbitraje.

Entre el Perú y Bolivia, grandes divisiones territoriales que habían vivido unidas bajo el cetro español, y la denominación de Virreinato del Perú, era preciso, declarada la independencia y constituidas las dos repúblicas, señalar los límites de la Audiencia de Charcas, cuyo territorio, segregándose del Virreinato, constituyó la República fundada por el Libertador Bolívar.

Tanto el Perú como Bolivia, al declararse independientes, poseían inmensos territorios despobla dos, que la acción del tiempo y del progreso, fué entregando á la civilización. Desde ese momento fué preciso conocer la línea de las fronteras, y para ello, estudiar los títulos y conocer el uti possidetis.

Cada pueblo, ansioso de grandeza, pretendió para sí, los territorios que encerraban codiciada riqueza y la disputa sobre límites, se inició.

De los primeros en exhibir metódica y concienzudamente, los títulos de la Audiencia de Charcas, fué el señor doctor don Claudio Pinilla, que en 1897 se hallaba á la cabeza de la Legación de Bolivia en Lima.

No promovió la cuestión, el Ministro de Bolivia señor Pinilla, sino que, respondiendo al Ministro de Relaciones Exteriores del Perú, señor de la Riva Agüero, que reclamaba acerca de medidas dictadas. por el Gobierno de Bolivia, exhibió los títulos primordiales y más efectivos de la Audiencia de Char

cas.

Fué, no un improptu, ya que en diplomacia todo es estudiado y meditado, sino una breve é inmediata contestación que el Representante de Bolivia, dió á la Cancillería del Perú, utilizando los documentos que tuvo á mano, en ese instante; y tan convincente fué la exposición del Ministro de Bolivia que la Cancillería del Perú, guardó silencio y no replicó.

Desde 1897 la documentación boliviana se ha enriquecido enormemente; pero las grandes líneas bosquejadas por el Ministro señor Pinilla, permanecen inalterables, y dentro de ellas, se desenvuelve el debate que va á solucionarse en el arbitraje de Buenos Aires.

La nota de 6 de abril de 1897, suscrita en Lima por don Claudio Pinilla, es, pues, la piedra angular del vasto debate acerca de los límites perúbolivianos; y he ahí la razón por la que nos ha parecido necesario hacerla conocer del público en gene

ral.

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